Espacios. Vol. 21 (2) 2.000


Las relaciones universidad-empresa: entre la transferencia de resultados y el aprendizaje regional

The Relationship University-Industry: Between the Transference of Results and the Regional Apprenticeship.

Ignacio Fernández de Lucio, Elena Castro Martínez, Fernando Conesa Cegarra y Antonio Gutiérrez Gracia1


RESUMEN

Las relaciones de las universidades con el entorno socioeconómico y su papel en el proceso innovador ha sido tratado con más voluntarismo que conocimiento del fenómeno, de allí que en la mayoría de los países “imitadores” los logros obtenidos por las universidades en este campo han sido, en general, pequeños.
En el texto se muestra un análisis de la variabilidad de las situaciones que se presentan en las relaciones universidad-empresa y se expone el marco en el que estas operan. Dicho marco parte de una agrupación funcional de elementos que intervienen en los procesos innovativos en una serie de entornos, a saber, los entornos científico, tecnológico, financiero, productivo y de usuarios. Se describen, igualmente, las estructuras de interrelación poniendo de relieve su poder de articulación y capacidad de dinamización que estas proporcionan a los elementos de los diferentes entornos para, finalmente, pasar revista de las posibles estrategias de funcionamiento y los factores que condicionan su desempeño.

ABSTRACT

The relationship of the Universities with the social and economic environment and their role in the innovating process has been treated with more goodwill than true knowledge of the phenomenon whereby, in the majority of those countries “imitating” this trend, the advances achieved by the universities in this field have been, generally speaking, small. This text analyses how the situations that arise with regards to the relationship University/Industry may vary and clarifies the framework within which they work. The starting point of this framework is the functional grouping of those elements that intervene in the processes of innovation in a series of scientific environments, such as technological, financial, production and consumer circles. Likewise, a description is given of the inter-related structures, emphasising the outstanding importance of the power of articulation and the dynamic capacity these give to the surrounding elements, in order to review finally the strategies for a possible working basis and the factors required to guarantee it being implemented.

Contenido


Introducción

Desde mediados de los años ochenta, las relaciones de las universidades con el entorno socioeconómico y su papel en el proceso de innovación ha sido un tema recurrente y, en general, tratado con más voluntarismo que conocimiento del fenómeno. Como consecuencia, en la mayoría de los países «imitadores», los logros reales obtenidos por las universidades en este campo han sido más bien pequeños, con las excepciones que confirman la regla.

En general, los responsables de las universidades han sido conscientes de la necesidad de intensificar y organizar adecuadamente estas relaciones; sin embargo, bien por falta de conocimientos y de apoyo técnico, bien por condicionamientos de la propia universidad, no han sido capaces de establecer estrategias adaptadas a las características de las universidades y de los demás elementos del Sistema Regional de Innovación en el que se encuentran inmersas.

La institucionalización de las relaciones de las universidades con el entorno socioeconómico es más fructífera cuando las universidades se han ganado un prestigio en su ámbito geográfico de influencia, ya sea por la cualificación de los profesionales que forma o por la capacidad demostrada por los miembros de la comunidad académica para resolver las demandas planteadas por los elementos de dicho entorno en los ámbitos científico-técnicos. A partir del momento en el que las universidades se han ganado el respeto de la sociedad que las financia es cuando cabe plantearse la generación de una corriente de opinión entre los miembros de sus Comunidades Universitarias que sirva para dinamizarlos hacia actividades de I+D y de transferencia de conocimientos al entorno socioeconómico. El intento de crear Parques Científicos o Tecnológicos o Incubadoras de empresas no sustentados en una interrelación de las universidades con sus entornos, no puede conducir nada más que a fracasos y pérdidas de prestigio, ya que no se dan las condiciones mínimas para que dichas acciones puedan desarrollarse con éxito.

Cada universidad tiene unas características propias y se encuentra inmersa en un Sistema Nacional o Regional de Innovación (SI) singular, por lo que las posibles soluciones deben ser diferentes para cada caso. Sin embargo, la interrelación entre las universidades y su entorno socioeconómico presenta una problemática común que permite un análisis general para obtener las diferentes soluciones. En el texto que sigue se presenta este análisis haciendo hincapié, en primer lugar, en la variabilidad de las situaciones que se engloban bajo el genérico nombre de interrelación universidad-empresa.

En segundo lugar, se pasa revista de manera concisa al marco de las relaciones que definen las administraciones, las universidades y las empresas, que determina la mayor o menor facilidad con la que pueden llevarse a cabo las citadas relaciones. A continuación, se expone un nuevo marco conceptual de la interrelación universidad-empresa, partiendo de los enfoques lineales e interactivos de los procesos de innovación. Este marco parte de una agrupación funcional de los elementos que intervienen en los procesos de innovación en una serie de entornos: científico, tecnológico, financiero, productivo, de usuarios, etc., destacando por su papel en el desarrollo económico de las regiones el entorno tecnológico y de servicios avanzados, que debe interrelacionarse fuertemente con el entorno científico y dinamizar y dar soporte al productivo. Además de los elementos, dicha concepción toma en consideración las interrelaciones que se establecen entre ellos, para cuyo fomento considera las estructuras de interrelación y los instrumentos favorecedores de las mismas.

En el cuarto apartado se describe el papel de las estructuras de interrelación (EDI) en la configuración de los SI, poniendo de relieve su poder de articulación que depende, a su vez, de la capacidad de «dinamización» que dichas estructuras proporcionan a los elementos de los diferentes entornos. Junto a este papel de las EDI en la configuración de los SI que determina la misión, se pasa revista a las posibles estrategias de funcionamiento y a un buen número de factores que condicionan el desempeño de este papel.

Finalmente, se proporciona una panorámica sobre el papel que pueden desempeñar las universidades en la región en la que se encuentren ubicadas, en el contexto de la denominada “economía basada en el conocimiento“, en tres de cuyas funciones clave (producción, transmisión y transferencia del conocimiento) las universidades pueden, y deben, desempeñar un papel muy activo. Los enfoques más actuales de los estudios sobre sistemas de innovación hacen hincapié en la relación entre la capacidad de innovación de una región y su capacidad de aprendizaje, y ponen de manifiesto la necesidad de compartir e integrar los conocimientos distribuidos entre los diferentes elementos que constituyen los Sistemas de Innovación (SI) a través del aprendizaje mediante la interacción. Los análisis de los SI muestran que las regiones más desarrolladas no sólo poseen elementos más activos, sino también con una gran capacidad de absorción de conocimientos y un grado de articulación superior a las regiones más desfavorecidas, que cuentan con SI débiles y fragmentados con una notoria falta de articulación entre sus elementos. La universidad que desee desempeñar un papel activo en una región que aprende debe poseer las características de lo que se ha dado en llamar “universidades emprendedoras“, de las cuales hay múltiples ejemplos en diversas regiones europeas y americanas.

1.- La variabilidad en la interrelación universidad-empresa

En general, y sobre todo en el ámbito político, la superficialidad con que se trata este tema se pone de manifiesto en la propia utilización del término, sin matices, para cualquier relación entre universidades y empresas (RUE). Cuando se habla de las relaciones entre empresas y universidades en materia de I+D y de innovación se suele considerar que existe una Universidad y una Empresa media ideal y que, por lo tanto, los juicios que se emitan sobre estas relaciones son prácticamente válidos para todas, tanto para las relaciones entre una universidad puntera y una multinacional de un país desarrollado como para las existentes entre una universidad de primer nivel y una PYME en un país en vías de desarrollo. Pero nada más lejos de la realidad: bajo las denominaciones genéricas de “Universidad“ y “Empresa“ se esconden realidades muy dispares. Descender al detalle en el análisis del tipo de universidad y de empresa que se relacionan o pretenden relacionarse, es fundamental para que la relación se aborde con mayor éxito.

Así, entre las universidades podemos distinguir los siguientes tipos:

Evidentemente, las posibilidades que estos tipos tan diversos de universidades tienen de cooperar con las empresas en actividades de I+D e innovación y sus respectivos enfoques son muy diferentes y, por ello, también lo será la eficacia de las relaciones que se establezcan y la trascendencia social de las mismas.

Por su parte, también en el ámbito de las empresas hay factores que facilitan o dificultan su capacidad para innovar y, especialmente desde el punto de vista de este texto, para cooperar con otros actores -entre ellos, las universidades- en este proceso; al igual que en el caso de las universidades, no todas las empresas están igualmente preparadas para colaborar con las universidades ni dispuestas a hacerlo. En síntesis, y como consecuencia de la experiencia adquirida por los autores en el desarrollo de actividades de interrelación, se ha llegado a la conclusión de que la mayor o menor facilidad que tienen las empresas para cooperar con universidades depende de las siguientes características:

La relación entre cada tipo de universidad y los diversos tipos de empresa es diferente. Así, una universidad emprendedora se relaciona sin dificultades con una PYME de sectores avanzados (telecomunicaciones, informática, química fina, etc.), ya que estas empresas poseen recursos humanos con buena formación superior y media -por tanto, no hay barreras de lenguaje con los investigadores- y, lo más importante, la innovación en general, y las actividades de I+D en particular, forman parte de sus preocupaciones y de su estrategia como empresa.

Con las grandes empresas de sectores de alta tecnología (aeroespacial, química, farmacia, electrónica, etc.) el diálogo también es sencillo, porque en estas empresas hay interlocutores que manejan el mismo lenguaje que los investigadores; la dificultad para llegar a establecer una colaboración puede provenir, en su caso, de que sus propios conocimientos en las áreas estratégicas estén por delante de los de la Universidad y, por tanto, sólo acudan a ésta para demandar temas complementarios o muy puntuales o para búsqueda de personal cualificado, servicios avanzados, actividades de formación, etc. En todo caso, estas empresas saben gestionar adecuadamente los recursos externos de I+D e integrarlos con los propios.

Con las grandes empresas de los sectores maduros (naval, siderúrgico, etc.) el diálogo aunque podría, no suele ser fluido, pues sus directivos tienen alta cualificación, pero, a menudo no tienen formación tecnológica y suelen carecer de sensibilidad para la citada relación y, por lo tanto, si ésta se llega a desarrollar, lo hace con grandes dificultades, con un gran consumo de tiempo durante la gestación del acuerdo y sus condiciones y con intervención de múltiples interlocutores, propios de empresas con estructuras muy compartimentadas y jerarquizadas. Adicionalmente, cuando este tipo de empresas centra en la tecnología su desarrollo futuro (caso de las reconversiones de diversos sectores industriales) sus necesidades tecnológicas exceden con mucho las capacidades de las universidades y precisan el apoyo de grandes ingenierías o empresas suministradoras de bienes de equipo que les proporcionen plantas o soluciones “llave en mano“, véase al respecto M. Schaellgen y W. Rüdiger (1995).

En el caso de las PYME de sectores manufactureros tradicionales (calzado, textil, manufacturas metálicas, muebles, etc.), incluso una universidad emprendedora tiene serias dificultades para relacionarse. En términos generales, y con grandes variaciones de unos sectores a otros, estas empresas no suelen disponer de personal técnico con formación universitaria e, incluso, la mayor parte de las veces los empresarios carecen de formación superior; además, estas empresas suelen haber basado su éxito pasado en otros factores (mano de obra barata, capacidad comercial, etc.) y, si bien perciben el cambio tecnológico, no ven con claridad cómo incorporarlo ni quién puede ayudarles en el proceso, aparte de sus suministradores de materiales y bienes de equipo. Cuando se logra establecer contacto, suele generarse una gran confianza, pero, durante la gestación de la cooperación, se requiere una aportación sustancial de conocimientos de gestión de la tecnología por parte de la estructura de interrelación de la universidad para suplir las carencias al respecto de la empresa y, en su caso, de los investigadores. Por las razones apuntadas, no es factible establecer muchas relaciones directas con este tipo de empresas y, como quiera que representan, en número, un colectivo importante, es necesario que una universidad se plantee cómo llegar a ellas. En nuestro modelo se considera que el entorno tecnológico y de servicios avanzados es el aliado más adecuado para ello.

De lo expuesto se deduce que el término RUE debe calificarse ya que ampara realidades muy diversas. Existen universidades cuyos miembros y egresados son responsables más o menos directos de la creación de empresas que generan entre el 25-50% del PIB regional, como puede ser el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) (Bankboston, 1997) y universidades de países en vías de desarrollo enclavadas en regiones de bajo PIB “per capita“ apenas involucradas en el desarrollo socioeconómico de la región.

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  1. Fernández: Instituto de Gestión de la Innovación y del Conocimiento ( CSIC- UPV). Valencia, España.
    Castro: Oficina de Transferencia de Tecnología en la Comunidad Valenciana del CSIC
    Conesa: Centro deTransferencia de Tecnología de la UPV
    Gutiérrez: Instituto de Gestión de la Innovación y del Conocimiento ( CSIC- UPV)

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