Espacios. Vol. 32 (4) 2011. Pág. 42


Herramientas de apoyo para la gestión por la innovación tecnológica desde las patentes universitarias

Antonio B. Zaldívar Castro 1 y Lierli Oconnor Montero 2

Recibido: 14-12-2010 - Aprobado: 18-05-2011


Contenido

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RESUMEN:
La insuficiente explotación de las patentes que surgen de las investigaciones universitarias en Cuba, específicamente en el Instituto Superior Politécnico José A. Echeverría (ISPJAE), y el convencimiento de su importancia para el desarrollo económico, generan la necesidad de establecer determinados recursos metodológicos que faciliten la transferencia de resultados tecnológicos protegidos a los sectores económicos.
Palabras clave: Innovación, patentes universitarias, Cuba

 

ABSTRACT:
The insufficient exploitation of the patents that you/they arise of the university investigations in Cuba, specifically in the Polytechnic Superior Institute José A. Echeverría (ISPJAE), and the convincing of their importance for the economic development, they generate the necessity certain methodological resources that facilitate the transfer of technological results protected to the economic sectors to settle down.
Keywords: Innovation, university patents, Cuba


Introducción

La bibliografía más reciente refleja el auge que ha tomado el tema de las patentes universitarias, (Henderson, et. al, 1998), (Wallmark, J. T 1998), (Meyer et. al, 1998), (Mowery, et. al, 2001), sobre todo en los países desarrollados, donde crece el número de universidades que patentan y comercializan los resultados de sus investigaciones, lo cual contribuye al proceso de innovación tecnológica. De de igual forma, aumenta la cantidad de oficinas de transferencia de resultados de investigación como instituciones que apoyan ese proceso.

En el caso latinoamericano apenas empieza a surgir alguna literatura que aborda esa problemática, sobre todo por autores brasileños, entre otros, (Assunpção 2000), que describe las solicitudes de patentes de esas universidades en la década del noventa y (Pinheiro-Machado  y Oliveira 2004), quienes realizan una comparación con universidades de EE.UU.

En Cuba no se detectan estudios ni análisis prospectivos sobre las patentes en las universidades en el sentido de generación de innovaciones tecnológicas en los sectores económicos. En el caso particular del ISPJAE, los resultados del diagnóstico realizado, permitieron revelar:

Insuficiente explotación de las patentes resultantes de las investigaciones que se realiza en instituto, unida a una débil diligencia institucional a favor de su aplicación en los sectores económicos, así como la ausencia de recursos metodológicos para una mejor gestión. 

Lo antes señalado conduce a plantearse el problema ¿Qué recursos utilizar en el ISPJAE, desde las patentes universitarias, que propicien una mayor gestión institucional para desarrollar la innovación tecnológica?

De acuerdo con este enfoque, se asume como objeto de estudio el proceso de generación de innovaciones tecnológicas hacia los sectores económicos desde las patentes concedidas al Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría” en el período 1977- 2009.

La consecución de ese objetivo, requiere establecer el nivel de patentes concedidas en el  ISPJAE y su asignación por sectores de la económica cubana. El método de asignación utilizado en este artículo, tiene su origen en la concordancia de carácter probabilístico, conocida como Concordancia Tecnológica de Yale (YTC).

El modelo de universidad cubana, especial referencia al ISPJAE.

La Universidad es una institución encargada de producir ciencia. Su aportación al cambio tecnológico depende del vínculo entre la ciencia que produce y la aparición de invenciones. Desde ese prisma se observa su posible contribución a la innovación. Es  por  eso que, cuando hablamos de la relación ciencia-innovación, entendemos que es una relación mediada por la invención.

La manera de entender esas relaciones depende del contexto social de aplicación, donde tienen lugar los procesos de transferencia e intercambio de conocimiento entre las universidades y las empresas; del tipo de beneficios que la investigación académica ofrece a la innovación y, por ende, de la relación entre la ciencia y la tecnología.

En la actualidad en los países líderes en tecnología se comienza a hablar de un nuevo modelo de Universidad, el cual ha recibido diversas denominaciones; (Smilor, et. al, 1993), lo llama la “Universidad empresarial”, aludiendo a las universidades estadounidenses, mientras que en Europa (Clark 1998), lo califica “Universidad emprendedora”.

En opinión de esos autores, las referidas universidades son motores económicos que revitalizan el entorno social y se han convertido en un paradigma. En ellas, la investigación aplicada al desarrollo, la transferencia de tecnología a la empresa, la promoción de empresas incubadoras y parques científicos y tecnológicos y la formación continua de los recursos humanos, son actividades importantes que se llevan a cabo sistemáticamente con un considerable aporte de recursos materiales y financieros.

Esa nueva tendencia revitaliza el papel de las universidades, sobre todo, en lo relacionado a la gestión de la investigación científica y el proceso de innovación tecnológica en las empresas. De esa manera, surgen y se extienden las relaciones Universidad- empresa y con ello, se asume que parte de la transferencia de tecnología se puede incentivar mediante la protección patentable de los resultados de la investigación académica.

De este modo se produjo una ampliación de los privilegios de patentar, licenciar y comercializar patentes por parte de los profesores universitarios, todo ello apoyado por la reforma legislativa (1) de propiedad industrial en las universidades de EE.UU. Este nuevo modelo de regulación fue secundado en universidades europeas.

Las universidades latinoamericanas tienen aún que enfrentar tres grandes desafíos para sumarse a esa tendencia dentro de un contexto de globalización neoliberal,  que ha hecho de la privatización y la reducción del gasto público del Estado, el eje central de su política. Las instituciones latinoamericanas deben buscar financiamiento, una mayor relación con el sector productivo e incrementar la eficiencia, vía evaluación y acreditación. (Arocena y  Sutz 2001).

Ante tal escenario, resulta comprensible que la discusión sobre la posibilidad de que las universidades puedan ser propietarias de sus invenciones patentadas y obtener recompensa financiera por su explotación apenas comienza. De acuerdo con (Fujino, et. al 1999), revertir esa situación en las universidades públicas requiere de profundos cambios legislativos y de la elaboración de políticas y directrices que posibiliten un ambiente favorable a la innovación y a su protección.

En el caso de Cuba, desde etapa tan temprana como 1962, la Reforma Universitaria (2) que emerge en el contexto de grandes transformaciones, implicó tanto una reconfiguración interna de las actividades ligadas al conocimiento (3) como una reorientación de la misión social de las universidades, presente hoy en la Universalización de la Educación Superior, rasgo que según (Núñez Jover 2006), define el concepto de la “Nueva Universidad Cubana”.(4)

El continuo desarrollo de los tres procesos sustantivos: la docencia, la investigación y la extensión, hace pensar que la Universidad cubana se encamina en pos de la excelencia como forma concreta de perfeccionar su pertinencia social (Vecino Alegret 2002).

En la actualidad, el Sistema de Educación Superior en Cuba está compuesto por 65 Instituciones, de ellas, 17 son administradas por el Ministerio de Educación Superior y juegan un importante papel en el Sistema Nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica.

Estas instituciones “(…) obtienen más del 50% de los premios anuales que otorga la Academia de Ciencias de Cuba (ACC); representan más del 50% de los artículos cubanos registrados en revistas de alto impacto; forman más del 50% de los doctores en ciencias y obtienen alrededor del 20% de los premios asociados fundamentalmente a la innovación, reflejados en los Premios Nacionales de Innovación, el Forum de Ciencia y Técnica y en el registro de cuatro medallas de oro de la Organización Mundial de la Propiedad Industrial” (Núñez Jover 2006:45).

El mayor peso en la investigación lo tienen la Universidad de la Habana, el ISPJAE, la Universidad Central de Las Villas, la Universidad Agraria de La Habana y en menor número las Universidades de Ciego de Ávila, Matanzas y Camagüey, entre otras.

En el ISPJAE, centro rector de la enseñanza de las ciencias técnicas en el país, resulta ilustrativa la conexión entre la investigación científica y la innovación tecnológica que se desarrolla con el aparato productivo. Ese centro consagrado a la formación de ingenieros y arquitectos, fue fundado Fidel Castro Ruz, el 2 de diciembre de 1964.

En la actualidad, el ISPJAE cuenta con 7 facultades donde se cursan 12 carreras, 11 de ellas  acreditadas, donde 8 adquieren la categoría de excelencia. En este alto centro docente más de 100 docentes participan en la investigación científica, el 40 % ostenta el grado científico de Doctor y un elevado por ciento posee la categoría docente principal de Profesor Titular.

La investigación científica ocupa un lugar importante dentro de los planes de estudio de pregrado y de postgrado. En este último, el ISPJAE despliega más de 1000 acciones en diferentes formas, que benefician a un promedio de 16 000 profesionales. Se encuentran en ejecución 10 programas doctorales y 32 de maestrías, que gradúan aproximadamente 30 doctores y más de 200 máster en ciencias. En cada curso académico reciben cursos de  postgrados 2000 profesores, de ellos 100 extranjeros y, 6 mil directivos procedentes de diferentes ramas y sectores de la economía nacional se capacitan anualmente en el dominio de las más modernas técnicas.

Los diferentes grupos de investigación laboran en temáticas específicas de acuerdo con prioridades del país, y responden a los variados programas multidisciplinarios (nacionales, ramales y territoriales), que requieren de esfuerzos mancomunados.

La actividad de ciencia e innovación tecnológica constituye un pilar fundamental del trabajo del Instituto, en la cual se vinculan los profesores, investigadores y técnicos con una importante participación estudiantil. Para desarrollar esa actividad, la Universidad cuenta con once centros de investigación. y estudios asociados a las facultades. El centro también tiene varios productos terminados, que lo sitúan entre los primeros en el parámetro de la innovación tecnológica.

A pesar de ello, (León Robaina 2004) indica que en la actualidad, aún cuando en el modelo de Universidad Científica y Tecnológica cubana, la investigación va dirigida fundamentalmente a resolver problemas con pertinencia, impacto y consecuencia tecnológica en función de los intereses del desarrollo socioeconómico del país, hay todavía aspectos que necesitan perfeccionarse.

Por ejemplo, la discutida conexión con el Sector de Producción de Bienes y Servicios, es escasa, por lo que se necesita instrumentar acciones para la introducción y generalización de los resultados. Sólo en la década de los noventa, comienzan a tener respuesta.

A lo anterior hay que añadir, que la difusión de los resultados de la investigación universitaria hacia el sector productivo, se ha ido desarrollando preferentemente, mediante las formas tradicionales de transferencia del conocimiento (postgrados, asesorías, auditorías). Sin embargo, no queda suficientemente esclarecido que muchos de los resultados de esa investigación científica puedan transferirse a la industria como una invención patentada. Ello resulta otra importante vía de la contribución de la Universidad cubana en general y el ISPJAE en particular, al proceso de innovación.

La necesidad de corregir los males apuntados, basándonos en (León Robaina 2004), justifica ampliamente la promulgación de normativas que establezcan los instrumentos necesarios para definir las líneas prioritarias de actuación en materia de investigación científica y desarrollo tecnológico, y la coordinación de acciones entre los sectores productivos, centros de investigaciones y universidades.

Este último aspecto es importante, no sólo por la evolución notable que el tema de la protección de la propiedad industrial tiene en la actualidad. De manera que, “(...) es inevitable considerar el tema más que como una cuestión de técnica jurídica, desde la perspectiva de la política tecnológica y de la política universitaria”. (Bercovitz A. 1999:32).

En Cuba existe una voluntad política para promover la protección de los resultados científico- tecnológicos. En consecuencia, el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente de Cuba (CITMA)  contempló en el Sistema Nacional de Ciencia e Innovación Tecnológica los aspectos fundamentales de la propiedad intelectual, y puso en manos de la Oficina Cubana de Propiedad Industrial (OCPI) en el año 2003, la tarea de establecer el Sistema Nacional de Propiedad Industrial. (SNPI). Esta acción fue secundada por el Ministerio de Educación Superior, que orientó a todas sus instituciones la confección del Sistema Interno de Propiedad Intelectual (SIPI), a partir de la misión de cada una de sus dependencias. Tal propósito adquiere relevancia al ser considerado un tanto alejado de la vida universitaria y, de la gestión académica por la innovación tecnológica.

En el Instituto se desarrollan algunas acciones encaminadas al cumplimento de esas orientaciones como son: la firma de un convenio de colaboración entre la OCPI y la Vice- rectoría de Investigación y Postgrado, la confección del SIPI, la instrumentación del SIPI, por cada facultad, la designación ante la OCPI de un representante con nivel profesional adecuado pero, con conocimientos todavía insuficientes en materia de propiedad industrial que lo limita por ejemplo, en la realización de acciones para tramitar la protección de las creaciones en el extranjero con vistas a su comercialización y no solamente ante la OCPI.

 Sin embargo, a pesar de algunos avances, todavía no se logra que los resultados patentables de la investigación del ISPJAE tengan una real aplicación en los sectores de la economía cubana, y la invención protegida por patente pueda transformarse en innovación tecnológica.

De lograrse esos objetivos, podríamos afirmar que se legitima el papel de esa Universidad en los procesos de innovación tecnológica, así como una creciente relación Universidad- empresa.


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1. Instituto Superior Politécnico José A. Echeverría (ISPJAE) Cuba. E-mail. tony@gest.cujae.edu.cu
2. Instituto Superior Politécnico José A. Echeverría (ISPJAE) Cuba. E-mail: loconnor@udem.cuaje.edu.cu


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