Espacios. Vol. 34 (6) 2013. Pág. 7


Perfil por competencias del profesional de la informática: una visión desde la perspectiva del mercado empleador venezolano

Competency Profile of Computer Science Graduate: a View from the Venezuelan Employer Market

Suhail A. ZABALA A. 1

Recibido: 03-03-2013 - Aprobado: 18-06-2013


Contenido

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RESUMO:
La Informática es una de las carreras más demandadas a escala mundial, este campo apoya al resto de las áreas, tanto en el ejercicio profesional como en el desarrollo de conocimiento científico. Por tanto, es necesario que las instituciones académicas dedicadas a la preparación de estos profesionales, evalúen a menudo sus perfiles de formación y los amolde a las crecientes y nuevas demandas del mercado empleador. En consecuencia, los currículos de formación de los profesionales de la Informática en Venezuela son estudiados y se contrasta su perfil de formación con el esperado por el mercado ocupacional, en base a lo cual un nuevo perfil de formación con las competencias idóneas para responder a las demandas de informatización de la Venezuela contemporánea es propuesto.
Descriptores: profesional de la informática, perfil profesional.

ABSTRACT:
The Computer Science is one of the most demanded careers worldwide. This field supports other areas both in professional practice and scientific knowledge development. Therefore, it is necessary that academic institutions involved in the training of these professionals to evaluate on a frequent basis their education profiles, in order to mold them into the increasingly and new employ demands. Consequently, the training curricula of computer science graduates in Venezuela are studied and a contrast with the expected working markets is made. Based on the above, a new training profile containing the appropriate competence to respond to computerization demands in contemporary Venezuela is proposed.
Key Words: Computer Science graduate, professional profile.


I. Introducción

Perfil profesional es el conjunto de competencias que identifican la formación de una persona para asumir las responsabilidades propias del desarrollo de funciones de una determinada profesión. Resalta el término competencias, el cual comprende “la capacidad para llevar a cabo y usar el conocimiento, las habilidades y las actitudes que están integradas en el repertorio profesional del individuo” (Mulder, Weigel y Collins, 2007, p. 18).

En los diseños curriculares “las competencias básicas suponen los saberes, las habilidades y las actitudes básicas que todos los estudiantes tendrían que alcanzar, de acuerdo a las finalidades generales de la enseñanza obligatoria, para comprender y actuar en la sociedad actual” (Marquès Graells, 2010, p. s/n). Ante los nuevos retos que impone la sociedad en todos los órdenes de la vida, “los ciudadanos nos vemos obligados a adquirir unas nuevas competencias personales, sociales y profesionales que, aunque en gran medida siempre han sido necesarias, hoy en día resultan imprescindibles” (ib.).

Este pensamiento se pone en evidencia en los estudios de Martínez, Aluja y Sánchez (2009), quienes reconocen que la universidad debe formar los profesionales que la sociedad necesita, y seleccionar de manera objetiva las competencias que definirá el perfil profesional de sus titulados. Análogamente, Domínguez Vera (1999) señala que es objetivo de las instituciones de educación superior formar recursos humanos para el mercado laboral profesional. En este mismo orden, Aquilino A.J. et al. (2006) señalan que la universidad debe preparar profesionales formados con las competencias específicas y genéricas que el mercado laboral exige.

Así, esta investigación propone un nuevo perfil por competencias del profesional de la informática acorde con las demandas del mercado empleador venezolano, por lo que fue necesario: (a) identificar las áreas de acción del profesional de la informática, (b) revisar los perfiles de formación y estructura curricular de los pensa de estudios impartidos en instituciones educativas que ofrecen carreras relacionadas con la informática en Venezuela; y (c) analizar la opinión de informantes claves al respecto del ejercicio de la profesión. Este estudio es importante, porque trata del proceso de formación de profesionales en el campo de la informática, un área en constante evolución, vinculada al resto de las ramas del conocimiento, por lo cual, se debe estar continuamente analizando los currículos de estudio y direccionando acciones que permitan canalizar los mejores esfuerzos hacia la preparación exitosa del egresado.

II. Bases teóricas

El nuevo perfil del profesional de la informática se basa en la tesis de Delors (1996) en desarrollar las competencias del aprender a conocer, hacer, ser y convivir.

  1. Se debe aprender a conocer “combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias” (ib., p. 36). El profesional debe dominar el sustento epistemológico del conocimiento científico vinculado a la informática como ciencia.
  2. Hay que aprender a hacer “en el marco de las distintas experiencias sociales o de trabajo que se ofrecen a los jóvenes y adolescentes” (ib., p. 36). Hay que desarrollar la capacidad en el profesional para aplicar, a través de experiencias prácticas y vivenciales, los aspectos teóricos y metodológicos del conocimiento científico y llevarlo a la solución de problemas informáticos de otros ámbitos de la ciencia y del quehacer organizacional.
  3. Es necesario aprender a ser,para que “florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal” (ib., p. 36). No se debe “dejar sin explorar ninguno de los  talentos… [como] la memoria, el raciocinio, la imaginación, las aptitudes físicas, el sentido de la estética, la facilidad para comunicar con los demás, el carisma natural del dirigente, etc.” (ib., p. 22). El docente debe aprovechar cada uno de estos para desarrollarlos y hacer de ellos la mejor de las destrezas del estudiante, y ponerlos al servicio de los demás. Todos estos talentos son especialmente útiles en el campo de la informática al, por ejemplo, construir aplicaciones usables, al distribuir puestos de trabajo ergonómicos, al trabajar con creatividad y razonamiento crítico; al comunicarse eficientemente y liderar equipos de trabajo. 
  4. Es oportuno aprender a convivir, “desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia… respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz” (ib., p. 36). El profesional debe encontrar un punto de convergencia entre el ser y su mismidad y la otredad de con quien convive, en la sociedad venezolana, necesitada de ayuda en la cantidad de carencias que presenta; sobre todo en la aplicación de la tecnología informática a la resolución de muchos de sus problemas.

Yllada García (2005) señala que la universidad posmoderna amerita una transformación de sus modelos pedagógicos de enseñanza, y requiere formar a sus profesionales en base a competencias donde imperen los más altos valores éticos de solidaridad, respeto, profesionalismo, humildad, entre otros. En donde se enseñe al estudiante en formación a desarrollar toda su capacidad creativa para construir las soluciones que la sociedad necesita para resolver sus problemas y salir adelante. Reconocer que el estudiante al concluir el proceso de formación enfrentará ambientes complejos, con problemas y necesidades que sólo podrán ser resueltos con un pensamiento crítico y creativo, hecho con sentido empático de la dinámica en la que se circunscribe y dispuestos a ser atendidos de forma solidaria, colaborativa, responsable y honesta.

III. Métodos

Ésta es una investigación cualitativa de diseño mixto (Hurtado de Barrera, 2000) que conjuga la investigación de campo y documental. Primero, se recurrió a fuentes primarias como: pasantes y practicantes pre-profesionales, egresados y trabajadores de empresa del mercado empleador; abordados mediante grupos focales de discusión, entrevistas no estructuradas y un cuestionario de opinión. Luego, se recurrió a fuentes secundarias como: artículos de investigación, informes técnicos y libros especializados. Además, se revisaron 8 planes de estudio de instituciones educativas elegidas intencionalmente, considerando: (a) años de experiencia en la formación de profesionales del área; (b) alcance en la geografía nacional; (c) carácter público y privado; y (d) nivel de instrucción: técnicos superiores universitarios (TSU), licenciados e ingenieros en informática y/o computación. Finalmente, se interpretan los datos relacionando las apreciaciones del investigador y las opiniones de los informantes claves.

IV. Desarrollo

1.  Áreas de Acción del Profesional de la Informática

Se toman como referencia los componentes de formación en los que se organizan los currículos de estudio de 8 instituciones académicas de Venezuela -Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad de Oriente (UDO), Universidad Simón Bolívar (USB), Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA), Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), Universidad del Zulia (LUZ), Instituto Universitario de Tecnología Industrial Rodolfo Loero Arismendi (IUTIRLA) e Instituto Universitario de Tecnología Antonio José de Sucre (IUTAJS)- encargadas de formar profesionales de la informática, en la modalidad de técnicos superiores universitarios (TSU), licenciandos e ingenieros, las cuales cubren la demanda estudiantil de las regiones oriental, sur-occidental y central del país; la información obtenida se cruza con la forma como algunas empresas estructuran el Departamento de Informática, derivado esto de la evaluación de 80 Informes Finales de Practicantes Pre-Profesionales de la Carrera Licenciatura en Informática de la UDO; luego, se realiza una aproximación de las áreas de acción del profesional de la informática, las cuales se definen en la Tabla 1. 

2. El Análisis de los Perfiles y Pensa de Estudio

Se analizan los perfiles y pensum de estudios de las 8 instituciones académicas en referencia, en base a ello se obtienen los resultados que se muestran en la Tabla 2. Ésta visualiza la cantidad de materias, unidades de créditos totales, título que se otorga, si se maneja un perfil interno ampliado, un resumen del enfoque que la institución le da al proceso de formación y el énfasis que se le otorga al estudio de ciertos conocimientos. Luego, se presenta el promedio y las medias porcentuales de las asignaturas y unidades de crédito impartidos por área de conocimiento.

Al analizar los resultados de la tabla y hacer el escrutinio de los perfiles y planes de estudio ofrecidos por estas instituciones, se constata lo siguiente:

  1. Existe un perfil para el profesional de la informática (técnico, licenciado y/o ingeniero), descrito por el Consejo Nacional de Universidades (CNU, 2003). Sin embargo, la mayoría de las instituciones maneja un perfil interno ampliado, en donde contrastan coincidencias y diferencias.
    La mayor coincidencia es que, indistintamente del título que otorguen, todas las instituciones vinculan la formación del profesional de la informática con los procesos de análisis, diseño, construcción, implantación, mantenimiento y uso de aplicaciones de software. Todos los pensa de estudios comprenden una formación básica profesional en las áreas de: (1) algoritmos, programación y lenguajes de programación; (2) sistemas de información y bases de datos; (3) sistemas operativos y arquitectura del computador; (4)  ingeniería de software e interfaces de usuario; (5) matemáticas y cálculo numérico; y (6) estadística e investigación de operaciones.
    La mayor diferencia se refiere al énfasis que se le da a estas áreas, es decir, la profundidad y/o orientación con que se imparten los contenidos. Es preciso identificar, por ejemplo, a la Ingeniería en Computación de la USB, que insiste, más que el resto, en el desarrollo de conocimientos vinculados con el hardware computacional; cuando la que se su supone es su homóloga directa, la Ingeniería en Informática de la UCLA no lo hace. Por su parte, la Licenciatura en Computación de la UCV y la LUZ, hacen énfasis en su perfil en los conocimientos vinculados a las matemáticas y estadísticas, en contraste con la Licenciatura en Informática de la UDO; mientras que la Licenciatura en Informática de la UBV insiste más con la aplicación práctica del conocimiento informático a problemas sociales, que con el formal desarrollo de aplicaciones de software. Por su lado, los programas tecnológicos de formación (IUTIRLA y IUTAJS), oscilan en los mismos componentes, variando escasamente en el número de asignaturas, si se compara, por ejemplo, los programas de la UCV, UDO y IUTIRLA; notándose mayores diferencias en el total de las unidades crediticias, que influyen directamente en la cantidad de horas teóricas-prácticas impartidas.
    Tabla 2
    Resumen comparativo de los planes de estudio de las instituciones educativas vinculadas
    a la formación de profesionales de la Informática en Veenzuela (Ver anexo)
    Si se revisa lo expresado en cada perfil de estudio, puede expresarse que no están claras las delimitaciones entre los perfiles de formación de los técnicos, licenciados e ingenieros en informática y/o computación. En general, los perfiles ciñen al profesional de la informática al proceso de desarrollo de software. Y esta concepción se traslada a los currículos de formación, al presentar una misma columna vertebral, las diferencias son marcadas básicamente por: (1) el número de asignaturas, créditos y carga horaria; (2) por las asignaturas electivas ofrecidas, en donde cada institución dará un tratamiento especial a sus profesionales, probablemente en respuesta a la regionalización y demandas contextuales del mercado empleador, o también parcelados por la fuente y dominio de conocimientos de sus docentes de oficio; o (3) por la orientación, profundidad investigativa y las exigencias cognitivas derivadas del proceso de enseñanza-aprendizaje.
  2. En todos los perfiles de formación, existe un promedio de asignaturas obligatorias distribuidas por áreas de conocimiento. Destacándose, el siguiente orden: (1)  materias del componente matemático; (2) asignaturas del área de programación y sistemas de información y base de datos; (3) asignaturas vinculadas con las estadísticas, investigación de operaciones y simulación y modelos, las cuales tienen un alto componente matemático; (4) materias relacionadas a las áreas de arquitectura del computador, redes y telecomunicaciones y gerencia; y (5) asignaturas vinculadas con el área de pasantías y prácticas pre-profesionales, ética y deontología y nuevas tecnologías.
    Diferencias concretas, se palpan cuando se analiza la media porcentual de estas asignaturas, teniendo que las materias vinculadas al área de sistemas de información y bases de datos, programación, arquitectura del computador y matemáticas, tienen una regularidad alta (>0.5) por lo que estas áreas presenten poca variación entre los distintos diseños curriculares estudiados. Mientras, en el resto de las áreas la variabilidad es mayor, por tanto, esto denota mayores diferencias en el diseño de los pensum de estudios en cuanto a número de asignaturas y unidades crediticias impartidas.

3. La opinión de los informantes claves

Primero, se aplicaron grupos focales de discusión a 80 practicantes pre-profesionales y pasantes; además de entrevistas sostenidas con 10 egresados, trabajadores de empresas reconocidas de la nación, con amplia experiencia laboral y con reconocidos conocimientos en el desarrollo e implementación de herramientas informáticas, éstos han manifestado su opinión al respecto de la forma como se percibe el profesional de la informática en Venezuela. Sus concepciones se resumen en los siguientes ítems:

  1. El mercado empleador no tiene claras cuáles son las funciones del profesional de la informática. Esto se traduce en: (1) una desvalorización y desconocimiento del trabajo del profesional del informático en Venezuela; (2) contratación de personal no graduado, sin reconocer la pericia y conocimiento asociado a la profesión y el margen de responsabilidad que hay que asumir en el tratamiento automático de la información; (3) contratación de personal técnico, licenciado o ingeniero para desempeñar las mismas labores.
    Esta situación se asocia a lo planteado por Domínguez Vera (1999), cuando señala que un grave error de las instituciones educativas es ofrecer una amplia gama de modelos curriculares de formación profesional, por cuanto esto representa un problema para los empleadores, ya que no pueden distinguir, fácilmente, entre tanta variedad de ofertas académicas, cuál le puede ayudar más de acuerdo a sus necesidades. 
  2. Las empresas no cuentan con departamentos informáticos dentro de su estructura organizativa. Esta dinámica se suscita sobre todo a nivel de la pequeña y mediana empresa y en organizaciones de índole gubernamental, como por ejemplo, las alcaldías. Hay empresas que aunque cuentan con departamentos informáticos, adolecen de una adecuada delimitación de cargos y categorización de funciones. Otras empresas ni siquiera guardan en su estructura administrativa un área de informática encargada del: estudio de factibilidad, análisis, diseño, construcción, instalación, mantenimiento, auditoría y consultoría de sistemas; mantenimiento de hardware y software; soporte técnico y capacitación de usuarios, entre otras funciones propias de los profesionales de esta especialidad. No obstante, se reconoce ampliamente que el trabajo informático está presente desde la pequeña hasta la mediana y gran empresa.
    Esta realidad la aprecia Escalante y García (2009), cuando expresan que las empresas relacionadas con la industria del software en Venezuela, en su mayoría “se encuentran concentradas en el centro del país, gran parte de este mercado está conformado por pequeñas o microempresas, la mayoría de las cuales carecen de la documentación necesaria y de una estructura, así como de enfoques formales en sus actividades”.  Señalan, en relación a la infraestructura, que aún cuando las empresas cuentan con una mínima estructura tecnológica que permite afrontar los cambios propuestos por las nuevas técnicas de desarrollo de software, requieren adquirir tecnología más sofisticada en hardware y software, para así atender diversos entornos de desarrollo.
  3. Existen en Venezuela pocas oportunidades de actualización profesional. La mayoría de las oportunidades se concentran en la región central y en el interior del país son pocas o nulas las formas para actualizarse. Esta actualización tiene que ver tanto con la realización de cursos de extensión académica y certificación o programas de posgrado en el área.
    Las empresas dedicadas al desarrollo de software valoran menos los títulos de especialización, maestría o doctorado en informática con los que cuentan sus empleados, en comparación con los programas de certificación en herramientas de programación o tecnológicas, los cuales vinculan a conocimientos más útiles en el ejercicio de las actividades propias de la organización. Por el contrario, las instituciones educativas dan más importancia y ofrecen programas de formación en especializaciones, maestrías y doctorados, que luego, son poco estimados en las empresas del ramo; y sin embargo, restan importancia y credibilidad a las certificaciones, no reconociendo el valor, incluso internacional, que tienen las mismas.
    Los egresados manifiestan que es poca la pertinencia de los contenidos impartidos en la universidad en comparación con lo que exige el mercado empleador, existe una distancia grande entre lo que se enseña y se aprende en las universidades con lo que se emplea en la empresa, sobre todo en el mundo de la tecnología informática. En la academia se trabajan con contenidos, lenguajes, plataformas y métodos de desarrollo de software desactualizados y descontextualizados que no se acoplan a las nuevas tecnologías informáticas empleadas a nivel empresarial lo cual es lo que se necesita para actuar como profesional del área.
    Este problema, parece ser una constante mundial, tal como lo plantea Aquilino A.J. et al. (2006), es preciso que las competencias profesionales se tomen en consideración al diseñar los planes de estudio, sin embargo, “en la actualidad, muchas de las titulaciones que se imparten en la Universidad Europea no [lo] cumplen, manteniendo una distancia importante entre el perfil de egresado que forma la Universidad y el perfil profesional que demanda la sociedad. Este problema se agrava en la Ingeniería en Informática por la ambigüedad con la que siempre se ha hecho su definición”.
  4. Poco desarrollo en materia informática en el país. Muchos softwares son desarrollados por empresas extranjeras; se reconocen importantes esfuerzos nacionales, sobre todo en materia de  software libre, pero, éste no ha impactado de la manera deseada a las empresas y organismos públicos en su totalidad. Adicionalmente, hay muy poca capacidad investigativa en el marco de las empresas de la nación, como para poder decir que se han desarrollado nuevos métodos o máquinas de trabajo realmente innovadoras. La mayoría de las experiencias que se encuentran en el argot informático de la nación son un reciclaje de conocimientos prexistentes, y nada ha evolucionado o revolucionado el mundo de la informática de nuestro país.
    Esto es consistente con las ideas expuestas por Rivero et. al. (2009) quienes indican que la Industria Nacional del Software (INS) “es un sector…  en pleno proceso de desarrollo… [pero] adolece, en la mayoría de los casos, de la madurez necesaria para producir software con los altos niveles de calidad exigidos internacionalmente”.
    Asimismo, Escalante y García (2009) señalan que en el mercado competitivo nacional existe una participación significativa de las empresas extranjeras, y aunque “es notable la preocupación del Estado en el fortalecimiento de las empresas adscritas al sector industrial del software [libre], sus esfuerzos se han focalizado solo al proceso de formación del talento humano…, dejando vacíos en políticas y estrategias que deben implementar el sector industrial del software”.
  5. El mercado empleador necesita un profesional de la informática que se haya vinculado con el mismo desde fases tempranas de su formación. Es bueno enfatizar en la práctica del conocimiento científico, más que en la sola generación y/o transmisión de éste. La empresa necesita que el profesional en formación tenga encuentros oportunos, variados, pertinentes y escalonados con ésta, antes de ser un profesional ya formado y en ejercicio pleno de sus facultades. 
    Tal como lo plantea Yllada García (2005), si se analizan las prácticas del ámbito académico se coincidiría en que “el problema radica principalmente en que la docencia se ha interpretado como la transmisión de conocimientos, dejando de lado el desarrollo integral de la persona, por lo que las competencias pasan a ser simplemente ignoradas y, en el peor de los casos, cercenadas”.
  6. La necesidad de profundizar sobre los aspectos legales de la informática en Venezuela y de consolidar un colegio de profesionales. Es preciso que se regule la profesión en el país para garantizar así el desarrollo ético y deontológico de la misma. Hay 4 señalamientos al respecto.
    1. Existen personas cometiendo delitos informáticos, los cuales son penados por la Ley pero no son perseguidos, ni sancionados adecuadamente.
      Dergarabedian (2009) señala que “la ciberdelincuencia es una actividad muy lucrativa, tanto como para superar el narcotráfico, que genera negocios ilícitos donde se mueven cifras por el orden de unos 106.000 millones de dólares, y que tiene una expectativa de vida muy prolongada”. Brown y Edwards (2009) expresan que la ciberdelincuencia le está ganando la batalla a la ciberley, aún los gobiernos la consideran en un tercer o inferior plano de prioridad por lo que se dificulta combatirla; hay una improvisación y poca preparación de las autoridades en la forma de responder a estos delitos, desde la capacitación y conocimientos necesarios para el análisis forense digital y recopilación de elementos probatorios, hasta la ejecución de los procedimientos en los tribunales de justicia y la aplicación de las leyes.
    2. Las instituciones educativas de la nación no enfatizan en la enseñanza de los aspectos éticos y legales de la informática; los contenidos relacionados son dados de manera superficial; muchos egresados desconocen las regulaciones vigentes en materia informática. Las empresas y organizaciones no escapan de esta realidad, existen muchas cometiendo variadas irregularidades en materia informática, desde el uso de software sin licencia hasta el incumplimiento de políticas de Estado como lo es la implementación de software libre.
      Plaz Power (2003, p. 2) señala que las políticas nacionales deben enfocarse a “propuestas formativas del especialista desde el pregrado; induciendo a una socialización profesional que incluya en sus sistemas de valores lo relativo a los derechos humanos del “ser humano” con el que convive hoy y quizás mañana”.
    3. No existe un código de ética profesional de la informática en Venezuela, ni la Ley del Ejercicio de la Profesión Informática, donde se le otorgue un asidero legal a la misma, ante el Estado y los sistemas jurídicos de la nación.
      González Bernal (2007) afirma que un código ético es una manera de acercarse a la forma de ver el mundo, en función de normas y deberes, que constituyen patrones de conducta para actuar en una comunidad y convivir socialmente de una forma adecuada.
    4. Existe la necesidad de organizarse en la forma de colegio de profesionales para aunar esfuerzos en el seguimiento y desarrollo de la informática en el país, y adquirir mayor presencia nacional en los distintos espacios de la administración pública y privada.
      Suárez Arroyo y Docampo (2007) señalan que es necesario regular por Ley el régimen jurídico de los colegios profesionales, ya que tienen la obligación de ordenar el ejercicio de las profesiones, la representación exclusiva de las mismas y la defensa de los intereses de los colegiados.           

Segundo, se aplicó un cuestionario de opinión a 63 profesionales de la informática, ocupantes de distintas plazas de trabajo en el contexto venezolano. Se pidió hicieran un ejercicio mental y realizaran una distribución porcentual de las áreas que deberían configurar el pensum de estudios de la profesión informática, en base a lo requerido por el mercado empleador. Los resultados se observan en la Tabla 3.

Según esto, las áreas de mayor preocupación deberían ser: (1) Programación; Sistemas de Información y Base de Datos y Nuevas Tecnologías. (2) Seguidas, muy de cerca, por Pasantías y Prácticas Pre-Profesionales; Redes y Telecomunicaciones y Soporte Técnico. (3) Continúan, la formación en Castellano e Inglés. (4) Y en una menor, aunque muy pareja proporción aquellas relativas a Gerencia; Ética y Deontología; Arquitectura del Computador; Estadística, Investigación de Operaciones y Simulación y Modelos; y finalmente, Matemáticas.

4. Nuevo Perfil de Formación para el Profesional de la Informática

Alcalde y García (2001) plantean que la informática tiene por fin: (a) el desarrollo de nuevas máquinas; (b) el desarrollo de nuevos métodos de trabajo; (c) la construcción de aplicaciones informáticas; y (d) la mejora de métodos y aplicaciones existentes. En función de estos elementos debe estar configurándose la formación del profesional de la informática.

No obstante, para definir el nuevo perfil, se consideró la opinión de Kendall y Kendall (1991), Senn (1993) y Silva Bieregel (1993) en cuanto al rol que desempeñan los profesionales de la informática; adicionalmente, la clasificación de Norton (1995) en relación a las aplicaciones informáticas permitió determinar el campo de actuación de estos profesionales en las empresas, organizaciones, instituciones y sociedad en general. Asimismo, se consideraron las orientaciones del CNU (2003), los perfiles apropiados por distintas instituciones educativas del país,  lo establecido en la Reforma Curricular de la carrera Licenciatura en Informática en la UDO (2005), el enfoque por competencias  y la opinión de los informantes claves.

En general, el profesional de la informática se debe caracterizar por ser un hombre integral, esto es, que combine adecuadamente los valores familiares, ciudadanos, profesionales y naturales. Caracterizado por capacidades abocadas al diseño, desarrollo, manejo y administración de recursos y plataformas tecnológicas (hardware y software) informáticas, bajo una concepción holística e integradora, donde el ser humano y la tecnología se desarrollan en forma armónica. De este modo, debe ubicar oportunidades de informatización en el argot organizacional, empresarial, industrial donde le compete actuar, desarrollando nuevos métodos y formas de trabajo o acondicionando métodos existentes, sostenidos todos éstos en el procesamiento automático de la información y el tratamiento ético de la misma, capaz de ser adaptados a las realidades organizacionales y solventar sus problemas o atender a sus necesidades.

En esta medida, el profesional de la informática debe estar facultado para actuar como: (a) agente de cambio; (b) consultor y auditor de aplicaciones informáticas; (c) soporte técnico; (d) analista de requisitos, diseñador y programador, entre otros aspectos derivados de la función administrativa y organizacional. Debe ser capaz de actuar con dignidad, honestidad y respeto a los valores morales y normas legales tanto dentro como fuera de la organización. Debe ser capaz de investigar e innovar para superar los desafíos que imponen los cambios tecnológicos del momento y alcanzando la mejor integración entre el desarrollo, aplicación, evaluación y servicios de tecnología de la información y comunicaciones.

5.1. Competencias Específicas

De manera específica (ver Tabla 4), el profesional de la informática debe desenvolverse en función al cumplimiento de 5 funciones o atribuciones fundamentales: (a) El desarrollo de nuevas máquinas (investigación e innovación); (b) El desarrollo de nuevos métodos de trabajo (investigación e innovación); (c) La construcción de aplicaciones informáticas (investigación e innovación); (d) Mejorar métodos y aplicaciones existentes y (e) Estudiar y respetar los Códigos de Ética y Leyes conexas.

5.2. Competencias Generales

Considerando las ideas de Silva Bieregel (1993) y Kendall y Kendall (1991), para ser un profesional ideal, íntegro e integral, se debe estar dotado de valores y actitudes que le fortalezcan y le permitan ejecutar sus competencias con éxito. Además de poseer una formación integral sobre los aspectos relevantes del entorno social y de su especialidad, éste debe tener:

  • Capacidad para trabajar bajo presión.
  • Capacidad crítica, reflexiva y analítica.
  • Capacidad analítica para determinar los puntos esenciales de una situación dada.
  • Habilidad para razonar claramente.
  • Honestidad, sentido común y sentido de la realidad para concebir soluciones factibles.
  • Creatividad para concebir opciones, buscar soluciones y encontrar nuevos puntos de vista.
  • Objetividad para trabajar sin prejuicios, ni apasionamientos, considerando los fríos hechos y no las opiniones personales sobre los hechos.
  • Tacto y buenas relaciones humanas, para manejar situaciones interpersonales difíciles, sin producir resentimientos.
  • Capacidad de mando y de conducción de grupos humanos.
  • Capacidad de orden y posesión de un método de trabajo para abordar los problemas de forma sistemática.
  • Habilidad para aplicar herramientas, técnicas y experiencia.
  • Actitud autodidacta que permitan actualizar sus conocimientos continua y permanentemente.
  • Actitud responsable, formal, metódica y precisa en el desarrollo de sus tareas profesionales.
  • Actitud voluntariosa, espíritu emprendedor, respetuoso, comunicativo para relacionarse adecuadamente con los demás.
  • Actitud humanitaria y patriota, que le permita valorar las riquezas mundiales y nacionales y emprender investigaciones en pro de su protección, preservación y defensa.
  • Actitud respetuosa y cumplidora de las normas legales que circundan el ejercicio de su profesión.
  • Capacidad analítico-reflexiva sobre la relación que guarda la profesión con la estructura social del país, para reconocer su importancia, su impacto en la comunidad y la necesidad de ejercerla con el debido respeto a los más altos principios éticos, normas morales y regulaciones de orden legal.

6.  Estrategias para la Puesta en Praxis del Nuevo Perfil de Formación Profesional. Un Horizonte Abierto.

  • Homologar los Currículos de Estudio. En los perfiles académicos estudiados, no es clara la distinción entre los técnicos, licenciados e ingenieros en informática o computación. Si se trata entonces de una misma vertiente de formación profesional, sostenida en una misma columna vertebral, sería bueno pensar en homologar los currículos, al menos, en los componentes básicos de la formación profesional; que, luego, dada la regionalización de los centros educativos y del título ofrecido podrá adaptarse a las necesidades particulares del círculo social donde se circunscriben. Esto coadyuvaría a: (a) tener una visión más clara por parte del mercado empleador de las funciones del profesional de la informática; (b) posibilitar intercambios educativos y enriquecer así el cuerpo de conocimientos mediante experiencias y vivencias nuevas; (c) dar la oportunidad de reconocer, convalidar y continuar estudios entre distintos programas de formación. Además, es necesario, abrir líneas de especialización en los currículos, donde, el estudiante tenga un componente general con el que pueda desenvolverse apropiadamente en cualquier área de la informática, pero también pueda especializar sus conocimientos en el campo de su elección, aquel para el que tiene mayores talentos.
  • Revisar perfiles y pensum de estudios. Es importante considerar realizar, mínimo con una frecuencia anual, un encuentro de egresados en cada universidad, y con carácter bianual un encuentro de egresados a nivel nacional para poder compartir el conocimiento derivado del argot empresarial. Esto permitirá revisar los currículos de estudios y adoptar nuevos métodos y estrategias acomodando los procesos de formación a lo esperado por el mercado empleador.
  • Firmar Convenios. Se deben firmar convenios para la colocación de pasantes y practicantes profesionales en el mercado empleador. Es conveniente que estas plazas de trabajo sean remuneradas, lo cual permitirá que el estudiante y la empresa conozca el valor moneda del trabajo informático y exista mayor desarrollo de responsabilidades y mejor aprovechamiento de las oportunidades laborales en un ambiente de sana competencia. Es oportuno comenzar a colocar al profesional en formación en mini prácticas pre-profesionales de acuerdo a cada área de formación, incluso desde fases tempranas de la escolaridad, esto contribuirá a encontrarse con experiencias laborales y adquirir conocimiento derivado de éstas.
  • Aprovechar experiencias de Servicio Comunitario. Las instituciones educativas deben buscar proyectos de informatización en los ámbitos comunales, con esto se pueden detectar problemas y necesidades de alfabetización y desarrollo informático en el ámbito social y contribuir a la apropiación y transferencia tecnológica y a reducir la brecha digital.
  • Implantar Órganos Reguladores de la Materia Informática. Deben implantarse mecanismos reguladores de la función informática en el país, esto puede ser logrado mediante un colegio de profesionales que se encargue de supervisar la gestión informática en Venezuela. Éste debe trabajar, hombro a hombro, con las universidades, cuerpos de justicia de la nación, empresas del ramo, entre otros, contribuyendo a esclarecer cuáles son las funciones del profesional de la informática, a homologar sueldos, salarios y responsabilidades, y a exigir un trato justo para con nuestros profesionales. Éste coadyuvaría al: (a) ejercicio de prácticas vivenciales y su acercamiento al sector educativo, (b) continuo de la formación de los profesionales y (c) seguimiento de la profesión.
  • Participar en Congresos Internacionales. Todos los actores de la informática en Venezuela, instituciones educativas, docentes, profesionales del mercado empleador, estudiantes en formación, empresas, deben participar en encuentros académicos nacionales e internacionales para compartir información científica y tecnológica en el área de la informática. Esto permitirá conocer la realidad del desarrollo informático en otros espacios y establecer puntos de encuentros y divergentes.
  • Investigar e Innovar. Todos los actores de la informática en Venezuela, deben dedicarse a investigar en el campo de la informática logrando nuevas máquinas, nuevas formas y métodos de trabajo, nuevos softwares y plataformas tecnológicas, etc.

Argumento este espacio con las ideas de Aquilino A.J. et al. (2006) quienes indican que es bien difícil determinar las fronteras de una profesión tan abierta como es la carrera informática, por lo cual cualquier visión debe entenderse como algo complementario, para al final integrar todas ellas, sin dejar huecos, abarcando todas las actividades que realiza el informático y al mismo tiempo dejando la puerta abierta a los nuevos tiempos.

V. Aspectos concluyentes

En términos generales, es necesario que las instituciones educativas se dediquen a:

  • Revisar periódicamente los perfiles y pensum de estudio atendiendo a las competencias que éstos deben cumplir de acuerdo a las demandas del mercado empleador.
  • Diferenciar de forma acorde los técnicos, licenciados e ingenieros en informática y computación, desde el establecimiento de su perfil profesional y su comprensión en el mercado empleador.
  • Asesorar al mercado empleador en materia de organización y demanda de servicios y productos informáticos.
  • Vigilar y liderar los procesos de formación, abrir mayor cantidad de espacios educativos para dictar diplomados, certificaciones, especializaciones, maestrías y doctorados en el área de la informática, abriendo el abanico de oportunidades para la actualización profesional.
  • Tomar un papel más protagónico en cuanto al ejercicio y evaluación de la profesión informática en Venezuela.

Asimismo, tomando en consideración lo planteado por Marquès Graells (2010, p. s/n) al respecto de “adquirir unas nuevas competencias personales, sociales y profesionales” y en el marco de las competencias enunciadas por Delors (1996) es necesario:

  • Dar la oportunidad de especializar a los estudiantes en formación en el área de competencia con la cual se siente más identificado, estableciendo líneas de especialización (competencia del ser).
  • Desarrollar habilidades y talentos intrínsecos en cada individuo en formación, como habilidad para comunicarse, expresarse, relacionarse interpersonalmente, liderar proyectos, motivar, etc. (competencia del ser).
  • Profundizar en la enseñanza y dominio, teórico-práctico y el desarrollo de las nuevas tecnologías en el campo de la informática, así como otros fundamentos necesarios para el ejercicio profesional (competencia del conocer y hacer).
  • Considerar el contacto frecuentemente con la sociedad, la comunidad y la ciudadanía entendiéndolos con otredad, empatía y responsabilidad (competencia del convivir).
  • Vincular el mercado empleador en la forma de empresa, organización, institución, fundación, etc. con la universidad e instituciones educativas que formen profesionales de la informática, a través de programas de formación de participación conjunta y colaborativa (competencia del convivir).
  • Organizar a los profesionales, formados y en formación, en la forma de colegios de profesionales, para dar mayor respaldo, seguimiento y legalidad a la profesión en Venezuela y ofrecer la participación recurrente del estudiante en escenarios informáticos derivados de la realidad venezolana y mundial (competencia del convivir).

VI. Referencias

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1 Universidad de Oriente, Núcleo de Nueva Esparta, Escuela de Hotelería y Turismo, Programa Licenciatura en Informática. e-mail: suhailzabala@hotmail.com


Vol. 34 (6) 2013
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