ISSN 0798 1015

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Vol. 39 (Nº 20) Año 2018. Pág. 24

La Educación Superior dentro de la realidad nacional ecuatoriana contemporánea

Higher Education within the contemporary ecuadorian national reality

Jorge DIAZ Terán 1

Recibido: 15/03/2018 • Aprobado: 10/04/2018


Contenido

1. Introducción

2. Metodología

3. Resultados

4. Conclusiones y Propuestas

Referencias bibliográficas


RESUMEN:

Este trabajo hace un análisis crítico del rol de la Educación -en particular la Superior- durante el proceso de cambio social ecuatoriano, llamado “Revolución Ciudadana” (2007-2017) -cuyo paradigma fue la construcción de un modelo de desarrollo económico anticapitalista-. Se concluye que la Educación Superior no asumió el importante rol que debía durante dicho proceso. Al contrario, la Reforma Universitaria de la Revolución Ciudadana, instituyó el modelo educativo que el capitalismo moderno requiere a nivel global, para mantener su hegemonía.
Palabras clave: Educación liberadora, hegemonía, Proceso de Bolonia, penetración ideológica, Universidad ecuatoriana.

ABSTRACT:

This work makes a critical analysis of the role of Education -particularly the Superior- during the process of Ecuadorian social change, called "Citizen Revolution" (2007 -2017) -whose paradigm was the construction of a model of anti-capitalist economic development-. It is concluded that Higher Education did not assume the important role it had during this process. On the contrary, the University Reform of the Citizen Revolution instituted the educational model that modern capitalism requires at the global level, in order to maintain its hegemony.
Keywords: Liberating education, hegemony, process of Bologna, ideological penetration, Ecuadorian university.

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1. Introducción

“La U. cambia cuando decide cambiar, eso no se impone desde afuera.
Es una decisión interna y autónoma y es responsable de eso”

(López, 2017)

Muy pocas veces se presenta la oportunidad de decir las cosas que se deben decir sobre la Educación, en particular la Superior, y menos aún para hacer reflexiones colectivas sobre ella, no obstante que -como reza el epígrafe-, son los universitarios los llamados a debatir los problemas de la Universidad y sus procesos, es la comunidad universitaria la que debe someterlos al análisis, la evaluación y la crítica, para abalizarlos, corregirlos, mejorarlos o cambiarlos.

Habida cuenta que el sistema educativo ha sido siempre el encargado de reproducir tanto en sus contenidos como en su pedagogía la ideología de los opresores y mantener su hegemonía -actualmente el sistema capitalista lo hace con mayor eficacia, apoyado con la ciencia que cultiva, desarrolla y la utiliza como sustento, con las herramientas tecnológicas que derivan de ella y de las que dispone-, se hace indispensable una Educación liberadora promotora del pensamiento emancipador, motor de las transformaciones sociales, se debe por tanto diseñar o adoptar un sistema educativo y su correspondiente pedagogía, que permitan al Ecuador salir del subdesarrollo y la dependencia y bregar por la liberación y progreso de su pueblo.

“La pedagogía es el espacio que proporciona una referencia moral y política para comprender de qué modo está relacionado lo que hacemos en las aulas con fuerzas más extensas de distinto tipo, ya sean sociales, políticas o económicas… Así, la pedagogía se convierte en piedra angular de la democracia, porque proporciona los cimientos para que los alumnos y alumnas no aprendan tan solo como ser gobernados, sino también el modo de ser capaces de gobernar” (McLaren & Kincheloe, 2008).

“En sociedades cuya dinámica estructural conduce a la dominación de las conciencias, la pedagogía dominante es la pedagogía de las clases dominantes”. Los métodos de opresión no pueden, contradictoriamente, servir a la liberación del oprimido. En esas sociedades, gobernadas por intereses de grupos, clases y naciones dominantes, ´la educación como práctica de la libertad´ postula necesariamente una ´pedagogía del oprimido´” (Fiori, 2005).

“La ideología del opresor, hace de los oprimidos, seres duales, que de algún modo “idealizan” al opresor, produciéndose una contradicción: en vez de la liberación, lo que prevalece es la identificación con el contrario; es la sombra testimonial del antiguo opresor. Ellos temen a la libertad porque ésta les exigirá ser autónomos y expulsar de sí mismos la sombra de los opresores. Se propone entonces la creación del hombre nuevo que supere la contradicción: ni opresor ni oprimido: un hombre liberándose” (Freire, 2005).

Por ello la necesidad de una pedagogía crítica, “que no es formularia, no está anquilosada, no es un ente. La pedagogía crítica no sigue a los buenos samaritanos, ni a los fanáticos del liberalismo, ni a los maestros vestidos de seda que quieren rescatar a los alumnos con las necesidades de la pedagogía de la pauta, de la administración, de la estandarización estatal o incluso del último método pedagógico de moda. La pedagogía crítica puede ser estrictamente teórica y erudita, sustentada en la comprensión de los orígenes y los cimientos de los poderes que habitan tanto en la sociedad como en la estructura de la enseñanza. La pedagogía crítica tiene todo el derecho a estar enfadada, y a expresar su ira, una ira contra los manejos del poder y contra la injusticia que suponen la violación de los derechos humanos. La pedagogía crítica no es un discurso -el discurso de los liberales-. La pedagogía crítica toma el lenguaje de los radicales. Tiene que ser suficiente”… (McLaren & Kincheloe, 2008)

No se pasa por alto en el análisis, el papel que juegan los medios de comunicación masiva y la propaganda en este contexto. El factor propaganda en las “democracias” -a decir de Noam Chomsky- es como el látigo en las dictaduras. Los medios de comunicación, que por lo general están en manos de unos pocos que representan y/o son parte del sistema, logran a veces mantener los sistemas opresores, convencen a la gente de que no hay alternativas, porque los engatusan con el tema del consumo. A esto, Peter McLaren lo llama “Cultura Depredadora” y afirma que: “en una cultura depredadora la identidad se forma principalmente, y a veces violentamente, en torno a los excesos del marketing y del consumo,  y en las relaciones sociales propias del capitalismo postindustrial, por tanto, en el debate educativo de nuestros días no se habla de la desesperada necesidad que tienen nuestras escuelas de crear una ciudadanía alfabetizada en el lenguaje de los mass-media -medios de comunicación de masas como cine, radio, prensa, etc.- capaz de interrumpir, contestar y transformar el aparato de éstos, de manera que pierdan su poder de infantilizar a la población y dejen de crear sujetos sociales pasivos, temerosos, paranoicos y apolíticos” (McLaren, 1995).

1.1. Objetivo

Analizar en el marco planteado la Educación en el Ecuador, en términos generales, pero en particular, el medio universitario ecuatoriano que fue prácticamente asaltado por el neoliberalismo en las últimas décadas, con más fiereza en la década de los noventa hasta la asunción al poder de Rafael Correa (2007-2017) liderando un formidable proceso de movilización social llamado Revolución Ciudadana (RC), que puso freno a los desafueros que institucionalizaron a la educación como un negocio, matizado con la corrupción -lacra consustancial a la lógica del capitalismo-, que se manifestó de múltiples maneras: desde la creación indiscriminada de las llamadas universidades de garaje por todo el país, hasta las prácticas mercantilistas aplicadas a sus actividades académicas con el pretexto de lograr autofinanciamiento.

El análisis por tanto girará en torno a las acciones positivas ejecutadas por el gobierno de la  Revolución Ciudadana previas a la instauración de su Reforma Educativa Superior -como eje central- y sus falsas expectativas o frustraciones, luego de la década 2007 – 2017, a la que aquí se la llama “década desaprovechada para la educación”.

Se abordan además temas que forman parte de la penetración ideológica del capitalismo que se consuma en el sistema educativo.

2. Metodología

La investigación es de tipo histórico-documental e histórico-comparativa, tiene como objetivo, demostrar el decisivo rol que juega la Educación como elemento liberador de los pueblos, pues incide en el cambio de la Matriz Ideológica -revolución cultural-, imprescindible, previo, o, a la par, del cambio de un modo de producción -revolución social- y su Matriz Productiva.

El análisis histórico-comparativo, permite demostrar que sin revolución cultural es imposible la revolución social. La Revolución Liberal Alfarista -por ejemplo-, mediante la cual se produjo la salida cruenta del modo de producción Feudal hacia el capitalista a finales del Siglo XIX (1895), apostó al cambio de la matriz ideológica, afincándose en la Educación para combatir el oscurantismo religioso, propagar la doctrina liberal e ilustrar al pueblo.

El método comparativo utilizado consiste en la revisión de la documentación existente sobre la Reforma Educativa Superior producida en la Unión Europea a partir de la Declaración de Bolonia (1999) que se encuentra en plena ejecución y su relación con la última Reforma Educativa Superior implementada por el gobierno ecuatoriano, durante el conato de revolución pacífica (2007 - 2018) llamado “Revolución Ciudadana” y sus magros resultados.

Siendo el autor un profesor universitario activo, la investigación se matiza con sus vivencias y/o sus experiencias fácticas.

3. Resultados

CONCEPTUALIZANDO Y CONTEXTUALIZANDO LA EDUCACIÓN

CONCEPTOS BÁSICOS

¿Qué es aprender y que aprehender?

¿Qué es Educar?

¿Qué es la pedagogía?

“La pedagogía es el arte de
construir la sociedad” (Ortega y Gaset)

La educación en este contexto es el vehículo del aprendizaje. De hecho el aprendizaje es natural y originalmente instintivo. Nadie enseña a un niño a comer, beber, ver, así como a identificar personas y objetos mediante los sentidos de la vista, el olor, el gusto, el tacto. El niño aprende a hablar y a caminar en dos pies -¡qué gran proeza!-. El aprendizaje es un proceso permanente y hermoso. Mantiene al ser humano ocupado y lo hace descubrir una suerte de felicidad en cada logro. Se aprende desde que se nace. Se aprende para la vida. Se aprende hasta la muerte.

Posteriormente, el aprendizaje se hace sistemático -escuela, colegio, universidad- y cae en el campo de la educación propiamente dicha. Pero aun así, toda educación es auto educación dicen los entendidos. La comparación es vieja aunque siempre válida, señala Lauro de Oliveira Lima: “Educar a un niño es como regar una planta. No ´crecemos´ la planta, ella crece por sí sola. No educamos, el niño se educa. Podemos abonar, regar y exponer la planta al Sol, haciéndola crecer y robustecerse, pero no penetramos en la propia esencia del crecimiento. Podemos motivar al alumno, crear el ambiente, favorecer las experiencias, ser un medio saludable para que él se eduque. Sin embargo es el mismo quien crecerá con su propio esfuerzo, con sus propias motivaciones”.

Por ello, educar es la más grave tarea del ser humano, porque es participar en la evolución. Educar es direccionar y acelerar el aprendizaje, y es una acción virtuosa, pues quien educa, también aprende.

“Todos sabemos algo. Todos ignoramos algo.
Por eso aprendemos siempre” (Paulo Freire)

ACERCA DEL HECHO EDUCATIVO

La educación sistemática

La base conceptual expuesta, permite abordar racionalmente el análisis de la educación sistemática a la que “obliga” el Estado -escuela, colegio, universidad-, que interviene en el proceso de aprendizaje casi siempre refrenándolo y distorsionándolo -con su autoritarismo y sus errados métodos de enseñanza-aprendizaje-, por suerte no deteniéndolo -como quisieran algunos burócratas ejecutores de políticas emanadas del poder-, porque el aprendizaje -como se ha demostrado- es consustancial al ser humano.

“Enseñar no es transferir conocimientos,
es crear la posibilidad de producirlos” (Paulo Freire)

EL CAPITALISMO Y LA EDUCACIÓN

La penetración ideológica

La expansión y/o consolidación del capitalismo moderno, requiere de la “penetración ideológica”. Para ello, la educación es un bastión potente del que debe apropiarse en su totalidad, desde sus primeros niveles. El currículo escolar, el pensum, la pedagogía y psicopedagogía deben ser contaminados en todos sus contornos con mensajes directos o subliminales que induzcan a respetar el sistema, si no a venerarlo e idolatrarlo.

El individualismo y la competencia, el tener antes que el ser, la idea de la posesión y el afán de consumo, la banalidad, el egoísmo, la calidad y la excelencia como sinónimos de triunfo individual, la moda, el valor de cambio en lugar del valor de uso (comprar, tirar, comprar), el amor al dinero, la codicia, el poder, etc. son los antivalores que se privilegian.

El objetivo es alienar, colonizar intelectualmente, desalojar de la mente y de la memoria de la gente, sus propias tradiciones y costumbres, los imaginarios colectivos autóctonos, el modo de vivir, de alimentarse,  de curarse, de vestirse, de expresarse, su música, su forma de bailar, de cantar, de gozar, en fin, vaciar del cerebro de los pueblos, su cultura, para implantar la de la metrópoli del capitalismo, la del mercado, la del consumismo.

Para las personas creyentes -de todas las edades-, tituladas o no, están como refuerzo las iglesias y religiones con sus diferentes vertientes -hay para todos-. Sus legiones de misioneros y pastores, cumplen eficientemente su papel.

Los medios de comunicación cumplen el rol más importante en este proceso: difundir la ideología, contaminar, envenenar. Todo está diseñado para eso, y no podía ser de otra manera, pues son empresas capitalistas que se nutren del sistema.

En países y naciones cuyos pueblos tienen tradiciones y culturas milenarias  muy arraigadas, donde la ideología capitalista no puede penetrar fácilmente, el capitalismo no escatima la violencia, la invasión con masacres y genocidios crueles incluidos.  La idea es llevar la “civilización” a esos pueblos “bárbaros” y con ella el “desarrollo-crecimiento” económico     -de las multinacionales del imperio-, e implantar “su democracia”, luego por supuesto del total despojo de los bienes materiales -recursos naturales- y culturales de esos pueblos.

Lo que ha venido pasando de un tiempo acá con Siria, Irak, Libia, Afganistán y otros países del Medio Oriente y, lo que ha pasado permanentemente con Latinoamérica y el resto del mundo, corrobora lo dicho.

LA EDUCACIÓN PANÓPTICA

La herramienta para la Penetración Ideológica

El psicólogo y filósofo francés Michael Foucault, en una de sus obras “VIGILAR Y CASTIGAR” señala: “la cárcel, la fábrica, el psiquiátrico, la escuela, son elementos de la sociedad panóptica con sus expresiones de poder: vigilancia jerárquica, castigo disciplinario y examen, dentro de un edificio diseñado para ejercer exitosamente estas funciones. Las expresiones de poder se utilizan para controlar de una u otra forma el comportamiento de una sociedad” (Foucault, 2009). Desde esta perspectiva Foucault demuestra, “los procesos que ha tenido la sociedad para castigar y vigilar, empezando desde lo material, lo físico -torturas, suplicios, castigo- hasta llegar a algo intangible -psicológico, alma-” (Foucault, 2009).

Para él, instituciones aparentemente inocuas, neutrales, como la Universidad  y las Iglesias entre otras, sirven para reproducir las lacras de la dominación.

Las iglesias con sus sacerdotes o especialistas encargados de homogeneizar las creencias, las ideologías, generalmente para consagrar la hegemonía, o en otro caso, para cohesionar y guiar la sociedad bajo los preceptos del “bien” (Hidrovo, 2017), ha venido constituyéndose en el soporte ideológico de los modos de producción feudal y capitalista con sus sistemas de organización social para la explotación. Su poder durante el primero fue casi total. Sus métodos de castigo para infundir el miedo y consolidar su hegemonía, aparte de los psicológicos -infierno eterno-, no trepidaron en aterradoras torturas físicas y asesinatos crueles, todos legalizados por la santa inquisición.

Durante la transición al sistema capitalista, su poder sobre el Estado menguó por efecto de las revoluciones liberales que se dieron en el planeta -cruentas muchas de ellas-, con las que se logró -como en el caso ecuatoriano-, un cambio -aunque no total-, de la matriz ideológica, al costo de preciosas vidas como la de Eloy Alfaro en el Ecuador (Díaz, 2017).

“La organización eclesiástica sufría una crisis constitucional que podía ser fatal para su poder, si el Estado hubiese mantenido íntegra su posición de laicismo, con su necesidad de una lucha activa. En la lucha entre las formas de vida, la Iglesia estaba por desaparecer automáticamente por agotamiento propio. La feligresía se alejaba. Sus sacerdotes luego de adquirir un título profesional, desertaban. Pero el Estado salvó a la Iglesia. Las condiciones económicas del clero fueron mejoradas repetidamente, mientras el nivel de vida general, pero especialmente el de las capas medias empeoraba” (Gramsci, 1999).

Se firmaron Concordatos, con los que la Iglesia volvió a consolidar su poder sobre el Estado. “El mejoramiento ha sido tal que las `vocaciones` se han multiplicado maravillosamente, impresionando al mismo pontífice que las explicaba precisamente por la nueva situación económica. Si el Estado renuncia a ser centro activo y permanentemente activo de una cultura propia, autónoma, la Iglesia no puede sino triunfar sustancialmente. Además, el Estado no solo no interviene como centro autónomo, sino que destruye a todo opositor de la Iglesia que tenga la capacidad de limitar su dominio espiritual sobre las multitudes” (Gramsci, 1999).

Esta vergonzosa y casi total sumisión al poder eclesiástico, permanece latente hasta el día de hoy.

UNIVERSIDAD Y SOCIEDAD

La Universidad en general, refleja la vida de la sociedad, pues en cuanto a organización social constituye parte de su superestructura. Es el lugar del conocimiento, su transmisión y su búsqueda, donde deben gestarse alternativas para formar seres humanos que luchen por la igualdad y la justicia social. Pero sobre todo, como dice Foucault, es el espacio que debería servir para proponer un modelo de funcionamiento social ideal para nuestra sociedad científica y tecnológica.

A propósito de este tema, en 1971 en Paris, se produce un prodigioso debate entre Noam Chomsky -filósofo y analista político norteamericano- y Michel Foucault, en el que abordan temas como la naturaleza humana, justicia y poder, que como se verá, mantiene plena vigencia.

“Normalmente creemos, sostiene Foucault en ese encuentro, que el poder está en manos del gobierno y que es ejercido por unas instituciones particulares que son la Administración, la policía, el ejército. Todas están para transmitir las órdenes, hacer que se apliquen y castigar a la gente que no obedece, pero el poder político se ejecuta además, entre otros, a través de algunas instituciones que parecen no tener nada en común con ese poder político, que parecen independientes, pero que no lo son.

Sabemos bien que la Universidad, y de una manera general, todo el sistema escolar que en apariencia está creado para distribuir el conocimiento, está realmente creado para mantener en el poder, una cierta clase social y excluir de los instrumentos del poder toda otra clase social; la justicia de igual manera”.

Pensamiento crítico

“Me parece, continúa Foucault, que la tarea política actual, en una sociedad como la nuestra es la de criticar el juego de las instituciones en apariencia las más neutras e independientes, y no solo criticarlo, sino atacarlo de tal manera que la violencia política que se ejerce oscuramente en ellas, aparezca, para que podamos luchar contra ella si buscamos definir el perfil o la fórmula de la sociedad futura que queremos. Sin haber hecho bien la crítica de todas las relaciones de violencia política que se ejerce en nuestra sociedad, corremos el riesgo de dejar que se reproduzca incluso a través de formas tan nobles, en apariencia tan puras, como el anarcosindicalismo” y la práctica religiosa.

Chomsky de su lado manifiesta que “no se debe perder la visión completa de libertad, dignidad, creatividad y otras características humanas fundamentales que conforman la Naturaleza humana” y plantea dos tareas inmediatas para los intelectuales y la Universidad, que coinciden con las posturas de Foucault, pero que las complementan o amplían: una, crear una visión futura de sociedad. Otra, comprender y hacer comprender claramente la naturaleza de poder y opresión, terror y destrucción de nuestra sociedad. Esto incluye las instituciones antes mencionadas, al igual que las instituciones centrales en cualquier sociedad industrial, como son las instituciones económicas y financieras, particularmente en los últimos tiempos las grandes multinacionales que son las instituciones básicas de opresión y creación de gobiernos autocráticos que en apariencia son neutros. Después de todo se dice que estamos bajo una democracia en el sistema de mercado.

3.1. La realidad nacional ecuatoriana contemporánea

La Revolución Ciudadana (RC)

Hace poco más de una década  (2007) el Ecuador fue cobijado por aires transformadores. Su pueblo cansado de más de 30 años de aplicación del capitalismo salvaje a través de su perverso modelo neoliberal -de despojo y desposesión de los recursos naturales, de las empresas públicas rentables, de los ahorros de los trabajadores y la suspensión de sus derechos sociales-, en medio del desorden, la ineficacia administrativa del Estado por parte de los grupos de poder que cual mafias se habían organizado para satisfacer sus apetitos e intereses protervos, pero que a la hora del reparto no lograban ponerse de acuerdo y se sucedían mediante golpes de Estado una y otra vez -7 gobiernos en los últimos 10 años de ese período nefasto-, llevando de tumbo en tumbo al país a la quiebra y sumiendo al pueblo en el hambre y la miseria (Díaz, 2014).

El pueblo y sus organizaciones sociales tomaron el timón del Estado y enrumbaron la Nación por un camino promisorio, luego de elaborar y aprobar en referéndum (2008) la Constitución de avanzada más progresiva y garantista de derechos de la historia de la República, que incluye en lo económico-social, los lineamientos de un modelo de desarrollo alternativo al capitalismo al que le llamó SUMAK KAWSAY o Buen Vivir.

El país tuvo la gran oportunidad de emprender en una revolución social “pacífica”, con un apoyo popular nunca antes experimentado -11 elecciones ganadas durante 10 años-.

Durante los primeros 4 años se produjeron una serie de reformas, algunas profundas, que hacían posible la construcción del modelo -toda reforma en neoliberalismo es una revolución, predicaba Marta Harneker-. Se avanzó y mucho en políticas públicas y en ampliación de derechos y garantías para el pueblo. Lo fundamental: se reinstitucionalizó al Estado y se le devolvió su capacidad planificadora y reguladora. En definitiva, se gobernó aplicando un modelo antineoliberal.

Estrategia del capitalismo global para la Educación Superior

Para manejar el sistema desde el campo educativo universitario, el neoliberalismo instrumentalizó la taxonomía del pedagogo y psicólogo norteamericano Dr. Benjamín Bloom  (Taxonomía de Bloom, 2017), -que data de 1956, pero que ha sido revisada y adaptada a la era digital (Churches, 2009)- y la articuló a una política que refleja el Proceso de Bolonia (Acuerdo de Bolonia, Junio 1999), que no es otra cosa que la Reforma Universitaria a nivel europeo, cuyo propósito fue -a decir de sus detractores-, la transformación de la Educación Superior en Europa, para crear una masa de “obreros de alto nivel”, destinados a mantener en funcionamiento la dimensión de la economía real, mientras el capitalismo especulativo y virtual sigue auto expandiéndose.

En dicho Proceso de Bolonia, los cambios más sustanciales se pueden sintetizar en tres grandes grupos: las adaptaciones curriculares, las adaptaciones tecnológicas y las reformas financieras necesarias para crear una sociedad del conocimiento

El Acuerdo, motivó la reacción de cerca de 2.000 profesores e investigadores de diversas universidades de la Unión Europea quienes firmaron el Manifiesto: ¿Qué Educación Superior Europea?, en el que expresaron sus preocupaciones. Afortunadamente también se han hecho presente con sus manifiestos, declaraciones, reflexiones y cuestionamientos, algunas universidades latinoamericanas de Argentina, Brasil, San Salvador, Colombia, Nicaragua, México, Uruguay, Panamá y miles de profesores, en forma aislada o como parte de Simposios, Cumbres Iberoamericanas, Consejos universitarios, Encuentros de profesores y de Asociaciones estudiantiles, etc.

El Proceso de Bolonia como nuevo modelo de universidad, marcó en 1999, el inicio del proceso de convergencia europea de la Educación Superior. De él forman parte ya 45 países -la mayoría de ellos, europeos-. La idea era armonizar sus sistemas universitarios antes de 2010 -Tuning Educational estructures in Europa- con el objetivo de fomentar la movilidad entre titulados, alumnos y profesores. Figura además como uno de sus propósitos el de promocionar el sistema Europeo de enseñanza superior en todo el mundo -Alfa-Tuning, para América Latina-.

“Esta estrategia sustituye la de educarlos en universidades de los EEUU, para que la tecnocracia concrete lo dicho en 1924 por su secretario de Estado Robert Lansing -refiriéndose a México-, de que ya no sería necesario invadir México para que sus políticos gobernaran en interés de Estados Unidos; únicamente se requería que estudiaran en sus universidades y fueran educados en los valores de Estados Unidos” (Avendaño, 2016).

Las universidades latinoamericanas fueron también invadidas por esta Reforma y su modelo. No se escapó la Universidad ecuatoriana en pleno proceso de Revolución Ciudadana.

Sus ideólogos al mando de la Educación Superior, no se esforzaron en diseñar un modelo propio -después de las primeras ejecutorias positivas impelidas por el Mandato Constitucional-, simplemente lo adoptaron hasta los límites que le permite la Ley, e incluso, sin descartar las buenas intenciones, “…el gobierno le apostó a la construcción de un ecosistema planificado de innovación tecnológica y de negocios, que genere las aplicaciones científicas de nivel mundial para alcanzar el Buen Vivir -Ciudades del Conocimiento YACHAY e IKIAM-, respondiendo a un convencimiento  ingenuo y simplista de lo que Hebe Vessuri (2007) llama los imaginarios tecno-científicos; es decir, aquellas proyecciones y repertorios culturales erigidos en torno a las tecnologías convergentes          -biotecnología, nanotecnología y ciencias de la información- que se presentan como ´la cura de prácticamente todos los males de la humanidad y soporte del futuro crecimiento y felicidad humanos´.

La obsesión de las políticas públicas orientadas a acortar la brecha tecnológica mediante el desarrollo de sectores de alta tecnología que estuvo presente en la agenda gubernamental, desvió peligrosamente la atención  de  la  sociedad  y  del  mundo académico, en particular, de esfuerzos de análisis y desarrollo en otras direcciones más viables  y  de  mayor  impacto en  la  economía  del país” (Villavicencio, 2013).

Su esfuerzo de inversión en desmedro de la universidad pública, solo logró que YACHAY e IKIAM, se constituyan en “versiones aldeanas del MIT o SILICON VALLEY, programadas quizá -aún no se conocen sus resultados-, para  producir y vender conocimiento para las grandes multinacionales desde la república del cacao” (Carvajal, 2016).

“Los individuos, cuanto mayor sea su mediocridad, más propenderán a imitar todo y a no reflexionar sobre nada” (Bianchetti, 2016)

Lo cierto es que esto no es nuevo, históricamente: “en América Latina las primeras universidades sólo imitaron por necesidad, empobreciendo el sentido y el contenido de la experiencia institucional y cultural nacida orgánicamente de la cultura europeo-occidental. Fueron importaciones más nominales que reales. Se llamaron universidades a sí mismas, por gracia de un monarca o un Papa distantes, más preocupados de satisfacer las necesidades propias del imperio o la evangelización, que las del conocimiento” (Brunner, 2008).

3.2. La educación: instrumento para el mantenimiento del sistema o promotora del cambio social

En el contexto de la gran movilización social provocada por la RC, se abrigaba la esperanza que a la Educación en general, en todos sus niveles -desde el más básico- se le asignaría el rol que le correspondía de acuerdo al momento histórico, que se la ubicaría en el ojo del huracán del cambio social, con una Reforma educativa que pudo haber sido el preámbulo de la Revolución Cultural que requiere el país para cambiar sus estructuras. En revolución, la educación es la principal arma para provocar el cambio de antivalores, para profundizar la transformación. Pero se perdieron los papeles. Se pensó que la educación cambiaría     reformando la Ley de Educación -sin tocar su fondo-, remodelando los edificios, o construyendo unos nuevos, elegantes -caros por cierto- y tildándolos de “escuelas del milenio”.

El sistema educativo básico y secundario apuntó por decreto hacia el Bachillerato Unificado que pretendió la articulación entre el Sistema Nacional de Educación (SNE) y el Sistema de Educación Superior (SES). Sin respetar los ritmos de los procesos y los tiempos, se estableció el sistema de ingreso a la Universidad -como parte de la Cuarta Reforma Universitaria- basado en pruebas masivas estandarizadas conocidas como ENES, que obviamente no logró los objetivos de inclusión que se planteó, más bien terminó excluyendo a decenas de miles de bachilleres, en un país aquejado por inaceptables desigualdades sociales, étnicas, regionales y de género.

El ENES que posteriormente pasó a llamarse SER BACHILER, es una débil imitación a las pruebas de admisión llamadas “SUNEUNG” que se realizan un día señalado en Corea del Sur -en el que prácticamente se paralizan las actividades en la Nación-, país cuyo desarrollo económico no se compara con el nuestro, como tampoco el sistema educativo, mismo que tiene una organización y vigencia de muchos años y que cuenta con facilidades como el acceso a Internet -banda ancha- y por consiguiente a libros digitales, para todas las instituciones desde el nivel primario.

Bien sabemos que la revolución educativa y en general la revolución cultural, no radica sólo en estos detalles, sino fundamentalmente en diseñar un modelo educativo que “establezca las bases para una educación al servicio de la liberación revolucionaria y un método pedagógico que procure dar al ser humano la oportunidad de redescubrirse mientras asume reflexivamente el propio proceso en el que él se va descubriendo, manifestando, configurando y humanizando” (Fiori, Ernani María), lo cual tiene que cumplir la necesaria gradualidad y temporalidad. Este es a decir de Paulo Freire el “método de concienciación”. Un proceso a través del cual la vida se hace historia, o como decía Ortega y Gasset: “El proceso en que la vida como biología pasa a ser vida como biografía”, tomando en cuenta siempre, que nadie cobra conciencia separadamente de los demás.

Rol de la Universidad pública en el proceso

Pese a que el Estado como administrador del sistema educativo es un medio de consolidación de la ideología opresora, la Universidad pública ecuatoriana, se caracterizó históricamente por ser un espacio de debate, discusión, análisis y crítica. Plegó sin objeciones a la Reforma Universitaria de Córdova (1918), que transformó el pensamiento y el hacer universitario latinoamericano, que dio origen a una amplia tendencia del activismo estudiantil, que luchó y nos legó la autonomía universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras, la libertad de cátedra y los concursos de oposición; constituyose ésta en su Primera Reforma Universitaria -la Universidad de Guayaquil fue la que primero adhirió-.

La Universidad ecuatoriana como espacio del pensamiento crítico, mantuvo una tradición de lucha y de resistencia contra los gobiernos de la burguesía explotadora, que alternaba períodos de la llamada “democracia burguesa” con dictaduras civiles o militares nefastas, represoras, sometidas casi todas al imperialismo, no obstante lo cual, realizó la Segunda Reforma Universitaria a partir de 1969 -luego de la masacre de estudiantes en la Casona Universitaria de Guayaquil-, instituyendo la masificación y la diversificación de carreras, permitiendo la inclusión en la universidad ecuatoriana de personas provenientes de grupos históricamente marginados, este hecho se constituyó per se, en una contribución necesaria para la construcción de una sociedad más justa, con buena convivencia cívica y más cohesionada, minimizando inequidades y favoreciendo a la construcción de universidades críticas y comprometidas.

Esta Reforma resistió el embate de gobiernos de corte neoliberal que se sucedieron a lo largo de 20 años; no obstante, entre 1990 y 2006, fue asaltada por el neoliberalismo que anidó fácilmente en ella, con sus vicios: mercantilismo y corrupción, e instauró la Tercera Reforma Universitaria, la de autogestión financiera, que llegó a posicionar a la educación superior como un servicio, no como un bien público cuya responsabilidad, control y regulación son obligaciones del Estado.

En las universidades públicas, algunas autoridades mediante procedimientos nada conventuales, se apropiaron de facultades por largos períodos y las manejaron como sus feudos, organizándose de tal manera, que se permitían transformar en negocios muy lucrativos, actividades consustanciales a la Universidad, tales como: cursos preuniversitarios, cursos de inglés y de computación, cursos vacacionales de pocas semanas para aprobar ciclos lectivos enteros, seminarios de graduación, carreras autofinanciadas, maestrías, etc., todos de dudosa calidad. Se sumió así a la Universidad en un deprimente estado de mediocridad en cuanto a calidad académica, salvando las poquísimas excepciones de rigor.

En las nuevas circunstancias, con la llamada RC a partir del 2007, se esperaba una verdadera y profunda Reforma Universitaria, es más, se esperaba -como ya se señaló- una real Reforma Educativa en todos los niveles de la educación, que instaure una educación emancipadora, que inicie la formación del hombre nuevo y sus valores: libertad, democracia, librepensamiento, tolerancia, inclusión, que abomine la explotación del hombre por el hombre y que en su lugar decida por el trabajo cooperativo y otros que no incluyan la tara de la explotación, sean amigables con la Naturaleza y sustituyan la competencia por la compartencia. Una Reforma, que sustituyendo la fe por la razón y la ciencia, dé inicio a la formación del hombre sabio, laico, justo, solidario, incluyente y equitativo, contrario al individualismo, al arribismo y consumismo.

Una Reforma que rechace la cultura paternalista -base de la ideología de la opresión-, que inculca a esperar soluciones desde el Estado -generosidad, caridad, dádivas- acunando a los caudillos benefactores. Que bregue por la unidad y la organización como mecanismos de resistencia contra el neoliberalismo y su  cultura de la fragmentación. Que rechace la cultura del “vivir bien” -sueño americano- como producto de la enajenación o alienación colectiva que sufren los pueblos, cuyo prototipo es el “triunfador” para el que los medios no importan, se escala atropellando a la familia, al amigo, a la sociedad, acudiendo a la corrupción, al tráfico de drogas, de armas, de blancas, al lavado de dinero, etc., todo vale. La meta es la vida pomposa, banal, estrafalaria.

Que en su lugar adopte, el Buen Vivir (no solo el bien-estar, sino el bien-ser) paradigma socialista que nos propuso la Revolución Ciudadana y que quedó grabado en la Constitución de Montecristi -2008-, donde el progreso y desarrollo de los pueblos, no se mida a través del PIB, sino que “la riqueza de la sociedad dependa de la vida buena de sus habitantes y los indicadores permitan medir su grado de salud, su esperanza de vida saludable y bien vivida, su satisfacción y placer, en suma: su vida plena y de armonía consigo mismo, con la gente y con la naturaleza” (Ramirez, 2010), con una educación potente como escudo, un techo digno de cobijo y un trabajo compartido, cooperativo y libre de explotación. Una cultura que respete profundamente la vida en todas sus manifestaciones y la Naturaleza como expresión, principio y fin de esa vida.

¡No ocurrió así!

“Interésate por la vida, eres parte de ella, no más importante
que un gusano, ni menos que una estrella” (Abel Desestress)

3.3. La cuarta reforma universitaria

La Reforma universitaria de la RC

Si bien el gobierno de la RC, empieza reordenando el sistema, amparado en el Mandato Constituyente 14 del Pleno de la Asamblea Constituyente de Montecristi (2008), mediante el cual se deroga la Ley No. 130 de Creación de la Universidad Cooperativa de Colombia del Ecuador, por lo que el mencionado centro de educación superior queda extinguido. Mandato que además en su Primera Disposición Transitoria, obliga al Consejo Nacional de Educación Superior (CONESUP) que: “en el plazo de un año, se determine la situación académica y jurídica de todas las entidades educativas bajo su control en base al cumplimiento de sus disposiciones y de las normas que sobre educación superior, se encuentran vigentes en el país”. Determina además: “Será obligación que en el mismo período, el Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación (CONEA), entregue al CONESUP y a la Función Legislativa, un informe técnico sobre el nivel de desempeño institucional de los establecimientos de educación superior, a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración y mejoramiento; según lo determinado en el artículo 91 de la Ley Orgánica de Educación Superior. Los informes con los resultados finales del CONESUP y CONEA, deberán ser enviados para su conocimiento y, de ser el caso, para su resolución definitiva, a la Función Legislativa” (ASAMBLEA CONSTITUYENTE MONTECRISTI, 2008). En base a lo cual se suspendieron 14 universidades en todo el país.

Para hacer efectivo el Mandato 14, el gobierno de la RC se vio obligado a intervenir algunas universidades a nivel nacional, eliminando por decreto las prácticas mercantilistas corruptas -obligando incluso a devolver valores cobrados ilegalmente a los estudiantes-, suspendiendo escuelas y/o cursos de postgrado.

Implantación del modelo educativo europeo

Sin embargo, los aspectos de fondo fueron intocados, apenas se maquillaron algunas cosas desde el punto de vista administrativo y de la formalidad, con la vigencia de una reformada Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) -más de corte laboral que académica-, que asimiló en su esencia el modelo de Educación Superior que el capitalismo global implantó en Europa (Proceso de Bolonia), sin tomar en cuenta las asimetrías -entre otras, el nivel de desarrollo del capitalismo en el Viejo Continente con relación al Ecuador-. El objetivo simplemente fue, consolidar una vez más el neoliberalismo en la Educación Superior, esta vez bajo el lema “calidad y excelencia” con su ribete “autoritario”  -en el que prevalecen el control, sumisión, disciplina y vigilancia-.

Esta es la Cuarta Reforma Universitaria en el Ecuador, la Reforma de la Revolución Ciudadana. De allí deviene el proceso de categorización-recategorización, y con él la acreditación de las universidades -desdeñando también las asimetrías internas y con las universidades del exterior que sirven de referencia-.

Para la acreditación, la Ley contempla un sinfín de parámetros para calificar a las universidades, todos “medibles” y cuantificables a través de formularios, formatos, formularios, matrices y guías para los docentes -basados en la taxonomía de Bloom-, que hacen burocrático y agobiante el trabajo de los profesores, sin aportar valor agregado alguno a la docencia, menos a la investigación y en general a la academia. Igual para el área administrativa-financiera,

Se impuso como requisito para ser docente universitario, tener mínimo Cuarto Nivel -lo cual no se cuestiona-, pero se fijó un plazo de tiempo para que las universidades reporten tener un determinado número de profesores con título de Doctor -PhD-, no obstante que en el país no se oferta ese título, haciéndose por tanto necesaria la migración a las metrópolis del capitalismo para obtenerlo -para lo cual incluso se ofertan becas-, pulverizando así la educación liberadora y anti-sistema. Los docentes PhD´s -salvo honrosas excepciones- no son sino cajas de resonancia del modo de producción capitalista.

Lo más grave de todo es que junto al Modelo, se pretende implantar en la comunidad universitaria la idea que solo hay que ser ejecutores de órdenes, que todo está pensado, organizado y planificado desde el Estado, que nada es discutible, que si no se hace como dicen que se haga, la Universidad “no se recategoriza” o peor que eso, “no acredita”.

¡Nada más falso! ¡Nada más errado! Nada más atentatorio contra la Autonomía universitaria y la democracia.

 “Con un sentido de urgencia y de premura por recuperar un tiempo perdido, el Gobierno y las instituciones que regulan el sistema de educación superior emprendieron la tarea de reconfigurar el sistema. Este sentido de urgencia condujo a ignorar los ritmos de procesos orgánicos, de evolución, que emergen y que por consiguiente, no siempre pueden ser impuestos y controlados desde arriba. Como estos temas son nuevos en las esferas de planificación y decisión gubernamentales, existe una dosis de confusión sobre la aplicación y efectividad de herramientas e instrumentos de política; ofuscación que está haciendo perder las perspectivas históricas, el sentido de orientación y que pone en riesgo una oportunidad histórica de sentar bases sólidas para un sistema universitario de calidad y sobre todo, de compromiso y responsabilidad con el contexto social al cual se debe.

Este sentido de urgencia está conduciendo a trasplantar, sin criterios de pertinencia, modelos y esquemas, quizá exitosos en otras circunstancias, pero que en realidad nos están dirigiendo a una suerte de neocolonialismo académico.

Las decisiones que se adoptaron apuntan en ese sentido. Tal parece que se partiera de cero. El sistema de educación superior del país se dirige a una suerte de colonialismo académico que niega la experiencia, la historia de la universidad ecuatoriana, ignora su papel fundamental como repositorio de la cultura nacional y que la está haciendo perder su sentido y horizonte. Algunos  ejemplos  son  muy  reveladores  de  la  mentalidad  neo-colonial  que  inspira  la política pública de educación superior.

Resulta  curioso  que  el  reconocimiento  de  títulos  obtenidos  en  universidades  del exterior, así como  la selección  de universidades para el otorgamiento de becas se realice sobre la base de un listado de universidades elaborado por la SENESCYT sin que hasta hoy se conozcan los criterios utilizados para la elaboración de dicho listado. En realidad se trata de una combinación de la clasificación mundial de universidades elaboradas periódicamente por The Times Higher Education Supplement -Inglaterra- y la Universidad Jiao Tong -Shangai-. De esta manera, las clasificaciones internacionales -ranking- de universidades se han convertido en una escala de referencia, no solamente para medir y comparar el ‘pobre desempeño’ de las universidades ecuatorianas, sino para la asignación de recursos en la preparación y perfeccionamiento de estudiantes y profesionales

Se ignora el simple hecho, señalado por Dias Sobrinho (2008), de que “no puede haber una calidad in abstracto, apátrida, desraizada de las realidades concretas que le dan contenido y forma”.  Por consiguiente,  añade  este  autor,  “la calidad necesita tener un valor social, público, de compromiso con las comunidades en las que insertan las instituciones de educación superior” (Villavicencio, 2013).

Lo novedoso de la ley es lo viejo, esto es, asentar a la Universidad sobre tres pilares: Investigación, Vinculación con la Sociedad y Docencia, invirtiendo la pirámide anterior, dejando esta vez en su base lo Administrativo-financiero.

Sin embargo, su ejecución está lejos de ser satisfactoria. Primero, por falta de una orientación adecuada, pues si el Norte no ha sido marcado, no se sabe para dónde tomar. Segundo, por falta de presupuesto para ejecutar lo que las autoridades universitarias interpretan como el deber ser de la Universidad.

En lo atinente a Vinculación con la sociedad, en América Latina el Movimiento de la Reforma Universitaria de 1918 (Córdova) ya encarnó la idea de una tercera misión de la universidad a través de la extensión universitaria. Contrariamente a la idea de la universidad empresarial que busca interacciones con la industria en la solución de problemas de corto plazo y orientados al mercado, la extensión universitaria buscaba interacciones directas con la sociedad mediante una acción comprometida con mejorar las condiciones de vida en una sociedad desigual y fragmentada. Lamentablemente, el sentido histórico de extensión universitaria se ha ido perdiendo para dar paso a la idea de vinculación con la colectividad, un concepto más cercano al lenguaje opresivo de eficiencia, utilidad y productividad que pretende convertirse en el lenguaje dominante del mundo académico (Villavicencio, 2013).

En lo concerniente a investigación científica, la nueva LOES la prioriza en teoría, pero en la práctica en las universidades públicas es desestimulada, pues se destina el menor tiempo posible a esta actividad, porque a los docentes-investigadores se les abarrota de horas-clase, sobrepasando incluso lo que manda la ley, debido a la falta de presupuesto, porque los gobiernos al no entender la importancia de la educación, en cuanto se presenta una crisis, su presupuesto es el primero en ser mutilado.

En estas condiciones, la investigación se ha reducido a la “obligación” que con dificultades   -por falta de tiempo- cumplen algunos maestros, de elaborar papers o artículos científicos, sin el debido contacto con la realidad, la mayoría de ellos, al menos en ciencias sociales, no sirven para mucho, no abordan los temas de coyuntura, por tanto no aportan gran cosa a la sociedad. O, a la elaboración de “proyectos” que no cristalizan por falta del financiamiento respectivo y los que se ejecutan -salvo las excepciones de rigor- nada tienen que ver con “la contribución a la búsqueda y divulgación de nuevos conocimientos científicos”, son apenas trabajos que requieren de aplicación técnica o tecnológica -pero sirven para las estadísticas-.

En definitiva, se regresó a la universidad napoleónica, de docencia y profesionalización, pero desmejorada eventualmente, a causa de la improvisación, pues se obligó por decreto  -límite de edad- a acogerse a la jubilación a decenas de profesores titulares y se liquidó a otro tanto de contratados, sin tomar en cuenta su calidad y experiencia, desatando una grave crisis en el ámbito de la enseñanza-aprendizaje. El cambio generacional sin una etapa de transición, ha provocado que a nóveles profesores contratados -con Cuarto Nivel como exige la Ley- con incipientes dotes pedagógicos, se les encargue del dictado de cátedras que no son de su especialidad, y de varias materias diferentes.

En relación con los estudiantes con el objetivo de evitar la repitencia o deserción y ahorrar recursos al Estado -lo cual hasta parece correcto- o acelerar la formación de profesionales, en lugar de tamizarlos en el curso de nivelación -antes llamado preuniversitario, que afortunadamente se reinstauró por las falencias del ENES/SER BACHILLER- pero que debería incluir exámenes psicométricos, se decidió sutilmente bajar la exigencia escolar, no solamente ajustando los límites de notas que se requieren para aprobar materias, sino a través de lo que los economistas llaman “incentivos perversos” -diversos métodos de evaluación, planes de contingencia, tutorías obligatorias, etc., que no son aplicables a la Universidad Pública, cuyos estudiantes comparten la actividad académica con el trabajo productivo, y que no serían cuestionables si se contara con el suficiente presupuesto- que menoscaban la responsabilidad individual del estudiante -parte de su formación-, afectando su capacidad y probablemente disminuyendo su coeficiente intelectual. A futuro surgirá la pregunta: ¿por qué no tenemos los científicos que otros países tienen?

Para colmo, el nuevo Modelo, somete a la docencia universitaria a una práctica de corte fundamentalmente burocrática, que le merma tiempo para desarrollar con eficiencia sus actividades docentes, y que induce a pensar que se tiende a su desintelectualización.

“La práctica burocrática -dice Emir Sader- es una enfermedad fatal para el pensamiento crítico, sea de las estructuras académicas, sea de las prácticas institucionales en otras instancias, pues conduce a la despolitización, que es el mejor servicio que se puede prestar a las fuerzas retardatarias, sustrayendo espacios críticos a la lucha de ideas para volcarlos simplemente a la mantención de cargos y de sueldos”.

Las prácticas burocráticas establecidas en la Universidad terminarán neutralizando el potencial crítico del pensamiento universitario -parafraseando a Sader-. Actualmente se obliga a la docencia a mantenerse ocupada llenando un sinfín de formularios y matrices       -manipulación de la taxonomía de Bloom- de mínima importancia relativa dentro del contexto de la academia.

En el ámbito docente, aplica a la realidad universitaria ecuatoriana lo que sobre la española, Fernando García-Quero afirma: “Los currículos impuestos y la implantación de sistemas generadores de incentivos, solo sirven para incubar estudiantes mediocres, sin reflexión y manipulables, o académicos que no  discutan, o catedráticos enfocados en su cátedra -haciendo abstracción de su contenido social-, que no conversan con sus estudiantes, e intelectuales sin intelecto. No se fomenta un profesorado que intente enseñar más allá de los cánones establecidos o que colabore con asociaciones u organizaciones sociales, con lo cual la Universidad está lejos de constituirse en el sistema que persigue la transformación del conocimiento y búsqueda de la verdad, su auténtica misión, menos aún en el lugar donde deberían gestarse las alternativas y formarse seres humanos que luchen por la igualdad y la justicia social” (García-Quero, 2014).

Al contrario, estos sistemas engendran centros generadores de agentes defensores del establishment y propulsores de cambios que van en contra del interés general y favorecen los intereses de minorías que ostentan el poder económico.

Pero la autoridad se llena la boca presumiendo la “excelencia”, y su mayor fantasía es poder vanagloriarse de que la Universidad ha mejorado su posición en los rankings internacionales.

No engañan a nadie y mucho menos a los que conocen la situación desde dentro.

No se puede desconocer que dentro del nuevo marco propuesto -control, sumisión, vigilancia y disciplina-, la universidad pública ha mejorado en algo su organización administrativa y se han realizado investigaciones, publicado artículos y libros, obviamente en una proporción extremadamente baja en función de su población, pero no como respuesta a la exigencia institucional, sino debido a la inercia de la revolución científica-tecnológica, y al sacrificio, dedicación y constancia -sobreexplotación en algunos casos- de sus profesores-investigadores.

En el caso ecuatoriano, el gobierno de la RC blandió un discurso orientado a trabajar por crear un sistema educativo, cuyo objetivo principal era utilizar el conocimiento para la transformación social hacia la igualdad, y la Universidad no podía abstraerse de ello y para ello debería ser ante todo y sobretodo humanista, incluyente, democrática y crítica, adecuada a nuestras culturas y nuestras diversidades y no exclusivamente al servicio del mercado y la globalización capitalista como es la orientación moderna de las reformas educacionales en el mundo occidental. Su discurso fue hiperbólico.

Sin revolución cultural, no es posible la revolución social. Si no se trabaja para lograr el cambio de la matriz ideológica, no se podrá jamás cambiar la matriz productiva.

“La educación no cambia el mundo, cambia a las
personas que van a cambiar el mundo” (Paulo Freire)

3.4. La década desaprovechada para la educación (2007-2017)

Cierto es que la revolución social no se hace desde el Estado, pero esta vez, con un Estado matizado de características diferentes al burgués, porque estaba revestido de pueblo que podía coadyuvar con el proceso -pues tenía el mandato popular constitucional- ¡qué cerca estuvo el país a partir del año 2007 y en 10 años de gobierno de la llamada Revolución Ciudadana, de repetir la proeza alfarista!

Pero, construir el nuevo modelo de desarrollo requería además, un proceso de desalienación y des-enajenación individual y colectiva, de des-aprendizaje de los moldes aprendidos dentro del sistema de opresión capitalista-burgués, para adquirir nuevos y emancipadores aprendizajes, es decir, requería de una Reforma educativa profunda y emancipadora.

“Cuando la educación no es libertadora. El sueño
del oprimido es convertirse en opresor” (Paulo Freire)

Lamentablemente, los gobernantes no estaban para sostener las transformaciones que con carácter de civilizatorias fueron plasmadas en la Constitución -Montecristi 2008-, e impulsar la utopía del Buen Vivir, en tanto alternativa al modelo de desarrollo capitalista. “Sus conceptos, con la práctica gubernamental fueron vaciados de su contenido revolucionario y se volvieron dispositivos a favor del poder hegemónico burgués que se esconde detrás de la fachada de progresista” (Taveira, 2016), al punto que las acciones antineoliberales de los primeros años, empezaron un franco retroceso entre el 2014 al 2017.

Es de reconocer que jamás la historia ofreció tan maravillosa oportunidad a un pueblo para que forje su destino, y fue desaprovechada por una dirigencia impostora que a su tiempo será juzgada por esa misma historia.

Convéngase, para finalizar esta parte del análisis, que el “correismo” en su conjunto -como se ha dado en llamar al proceso en la parte final del período de Rafael Correa -salvando de alguna manera la confusión con el socialismo, al que se invocó- resultó ser, uno de los mejores gobiernos de la derecha progresista de la era republicana -que a su manera intentó instaurar el Estado Social Demócrata de Bienestar-, fue un gran impulsor/modernizador del capitalismo nacional con su Magna Obra Pública -lamentablemente matizada de corrupción-, solo comparable con la del Gral. Rodríguez Lara (1972-1976), que se sabe cómo terminó, desguazada por los gobiernos neoliberales que lo sucedieron durante los subsiguientes 30 años, época calificada como la “larga noche neoliberal”.

OBSERVACIONES

El neoliberalismo posesionó la idea de que la educación universitaria implica formación profesional, es decir, se encarga únicamente de la formación de empleados, y no formación de seres humanos. Si bien es cierto -dice Fernando Savater-, todos tenemos que aprender destrezas laborales que nos permiten ser útiles y ganarnos la vida, pero esto debe ser sólo una parte, el verdadero y fundamental objetivo de la educación debe ser, desarrollar la humanidad.

“La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria,
deben estar al servicio de la liberación permanente,
de la HUMANIZACIÓN del hombre” (Paulo Freire)
 

“Con la globalización, conceptos como soberanía independencia se volvieron obsoletos y hasta de mal gusto.  En la práctica, están acotados a las necesidades de los sectores dominantes.  ´Lo que es bueno para la General Motors, es bueno para Estados Unidos´ llegó a decir un ejecutivo metido a político, cuando los intereses de ambos -la corporación y el gobierno que la representa- tienen el mismo objetivo: mantener la hegemonía.  Entonces se despliega la diplomacia del dólar -préstamos e inversiones- y, cuando ésta no es suficiente, acuden al expediente de la violencia mediante revueltas guerras prefabricadas, con no pocos mercenarios, que alimentan el complejo militar-industrial.  Al final, destruidas las naciones, llegan las grandes empresas para reconstruirlas.  Y se cierra el círculo perverso” (Avendaño, 2016).

"Estoy convencido de que sólo hay una forma de eliminar los graves males de la
sociedad, a saber, mediante el establecimiento de una economía socialista, acompañada
de un sistema educativo orientado hacia objetivos sociales". (Albert Einstein)

“Después de más de dos siglos de constituirnos como Estado Nación, seguimos con una mentalidad neocolonial, es decir, para callar y obedecer.  No se nos educó para ser libres, independientes y soberanos.  Ahora, con la doctrina neoliberal, obramos con criterio gerencial, gobernando al país como si fuera una gran empresa” (Avendaño, 2016).

Lo mismo aplica a la Universidad, por eso se afirma que la reforma educativa planteada es más laboral que educativa. En la Universidad ecuatoriana se llegó al extremo de discutir si mantener para su máxima autoridad el nombre de Rector, o cambiarlo por el de Gerente.

“Retiremos de los ojos la venda de la opacidad. El Proceso de Bolonia es un ardid. Sirve al propósito de entregar la enseñanza superior a la gula del comercio internacional; y convierte a la Universidad en una empresa de servicios a la carta: en ella todo se compra y todo se vende, nada se ofrece gratis. Es más, la Universidad sustituye el concepto humboldtiano de “formación” por el de instrucción, llevando a formatear y funcionalizar sus cuadros con el “nuevo” tipo de competencias y disponibilidades exigidas por el mercado. De esta manera, la Universidad revé su misión: echa fuera el legado de la responsabilidad y de la verdad y lo cambia por el de la empleabilidad, del pragmatismo y de la utilidad. Su referencia ya no es la sociedad: ahora es el mercado” (Bianchetti, 2016).

“Lucho por una educación que nos enseñe
a  pensar, no a obedecer” (Paulo Freire)

4. Conclusiones y Propuestas

Utilizando como referente el Manifiesto de profesores e investigadores universitarios de la Unión Europea, contra la Declaración de Bolonia (¿QUE EDUCACIÓN SUPERIOR EUROPEA?, Marzo 2005), se exponen los temas que por su sensibilidad son necesarios incluir en el debate público que debe acometer la comunidad universitaria ecuatoriana, para diseñar una verdadera Reforma universitaria, que le devuelva su esencia: el pensamiento crítico y de avanzada, la democracia interna y la autonomía para la búsqueda y divulgación de nuevos conocimientos científicos:

La adaptación de los estudiantes al mercado de trabajo como única finalidad de la formación universitaria se traduce en la adquisición de habilidades, destrezas y competencias, que de hecho supone un vaciamiento de contenidos.

“La subyugación de la Universidad a los intereses ultra liberales y a la lógica
del mercado es concomitante a su pérdida de autonomía” (Bianchetti, 2016).

La formación universitaria tiene que ver también con otro tipo de demandas sociales desligadas de intereses mercantiles, que abonan en la adquisición de una sólida formación teórica en una determinada especialidad científica o humanística, o el cultivo de muy diversas artes y saberes, todo lo cual constituye una parte del patrimonio cultural nacional, digno de ser preservado y transmitido.

Toda vez que a través de la Educación en general y de la Superior en particular, se ha desatado agresivamente y sin disimulos en América Latina y particularmente en el Ecuador, la penetración e invasión -con características neocoloniales- del capitalismo neoliberal, la lucha es sin cuartel y hay que asumirla y enfrentarla de inmediato.

Siendo el ideológico el terreno en el que se desarrollan las batallas, en el que el capitalismo tiene todas las ventajas -psicología de masas, modelo educativo, derechos de la sociedad de consumo, estilo de vida, valor de cambio en lugar de valor de uso, obsolescencia programada, moda, poder mediático, iglesias, ONG´s, sociedades de beneficencia, fundaciones, etc.-, la Universidad ecuatoriana y latinoamericana necesitan que sus maestros y estudiantes con conciencia social y nacional, elaboren modelos educativos emancipadores propios, como instrumentos de la lucha social con los que los pueblos y sus organizaciones sociales, harán frente exitosamente a las diversas estrategias del capitalismo salvaje, en pos de su liberación del neocolonialismo cultural y político, contra la dependencia económica, el subdesarrollo, el atraso, la inequidad y la pobreza.

Para ello, como parte de los mecanismos de divulgación del quehacer científico, las universidades públicas ecuatorianas -como la Universidad de Guayaquil, por ejemplo, la más grande del país y una de las más grandes de Latinoamérica-, deberán contar al menos con: una Imprenta -en realidad deberían tener una por cada Unidad Académica-, una Revista Indexada de alto impacto -ojalá tuvieran también una por cada Facultad-, un Canal de TV pública, y una Radio pública, reconocidos, entre otros.

Hay que destacar que aún quedan dentro de la Universidad latinoamericana y ecuatoriana, maestros que siguen luchando y trabajando por crear una Universidad cuyo objetivo principal sea utilizar el conocimiento para una transformación social hacia la igualdad. Para ellos el mejor homenaje.

Referencias bibliográficas

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Villavicencio, A. (2013). ¿Hacia donde va el Proyecto Universitario de la Revolución Ciudadana? Quito: UASB-DIGITAL.

Anexos

Anexo 1

“Taxonomía de Bloom”

La Rueda de Bloom, donde se muestra la Taxonomía Cognitiva del psicólogo estadounidense

Posted by mafrita en abril 22, 2008

La Rueda de Bloom conocida también como Rosa de Bloom es realmente un trabajo de arte. Contiene al alcance de las manos la mayoría de los verbos de acción que se usan en el aprendizaje. Este diagrama-arte está basado en la taxonomía cognitiva del aprendizaje de Bloom, la más aceptada en los Estados Unidos. (John M. Kennedy/NYC/07/01/2008).

La taxonomía de Bloom es jerárquica, es decir, asume que el aprendizaje a niveles superiores depende de la adquisición del conocimiento y habilidades de ciertos niveles inferiores. Al mismo tiempo, muestra una visión global del proceso educativo, promoviendo una forma de educación con un horizonte holístico.

Clasificación de la Taxonomía de Bloom

Para crear una buena planificación es necesario tener claro en primer lugar: el área de aprendizaje; en segundo lugar que los objetivos estén correctamente planteados; en tercer lugar las herramientas de evaluación sean las adecuadas y por último determinar las actividades a realizar. Benjamín Bloom, en su taxonomía clasifica y ordena el aprendizaje, facilitando la acción planificadora de los Docentes.

Anexo 2. Formatos para la clasificación de los objetivos educativos

CAMPO COGNITIVO

NIVELES DE OBJETIVOS EN EL DOMINIO COGNOSCITIVO

NIVEL I

NIVEL II

NIVEL III

NIVEL IV

NIVEL V

CONOCER

COMPRENDER

APLICAR

SINTETIZAR

EVALUAR

Definir
Describir
Identificar
Clasificar
Enumerar
Nombrar
Reseñar
Reproducir
Seleccionar
Fijar

Distinguir
Sintetizar
Inferir
Explicar
Resumir
Extraer conclusiones
Relacionar
Interpretar
Generalizar
Predecir
Fundamentar

Ejemplificar
Cambiar Demostrar
Manipular
Operar
Resolver
Computar
Descubrir
Modificar
Usar

Categorizar
Compilar
Crear
Diseñar
Organizar
Reconstruir
Combinar
Componer
Proyectar
Planificar
Esquematizar
Reorganizar

Juzgar
Justificar
Apreciar
Comparar
Criticar
Fundamentar
Contrastar
Discriminar

 

CAMPO PSICOMOTRIZ

OBJETIVOS QUE CONFORMAN EL DOMINIO PSICOMOTRIZ

DESTREZA

Montar

Calibrar

Armar

Conectar

Construir

Limpiar

Componer

Atar

Fijar

Trazar

Manipular

Mezclar

 

CAMPO AFECTIVO

TAXONOMÍA DE BLOOM DE HABILIDADES DE PENSAMIENTO

CATEGORÍA

CONOCI-

MIENTO

 Recoger información

COMPREN-

SIÓN

Confirmación Aplicación

APLICACIÓN

Hacer uso del conocimiento

ANÁLISIS

(Orden Superior) Pedir, Desglosar

SINTETIS

(Orden Superior) Reunir, Incorporar

 EVALUAR

(Orden Superior) Juzgar el resultado

Descripción:

Las habilidades que se deben demostrar en este nivel son:

Observación y recordación de información; conocimiento de fechas, eventos, lugares; conocimiento de las ideas principales; dominio de la materia

Entender la información; captar el significado; trasladar el conocimiento a nuevos contextos; interpretar hechos; comparar, contrastar; ordenar, agrupar; inferir las causas predecir las consecuencias

Hacer uso de la información; utilizar métodos, conceptos, teorías, en situaciones nuevas; solucionar problemas usando habilidades o conocimientos

Encontrar patrones; organizar las partes; reconocer significados ocultos; identificar componentes

Utilizar ideas viejas para crear otras nuevas; generalizar a partir de datos suministrados; relacionar conocimiento de áreas persas; predecir conclusiones derivadas

Comparar y discriminar entre ideas; dar valor a la presentación de teorías; escoger basándose en argumentos razonados; verificar el valor de la evidencia; reconocer la subjetividad

Que Hace el Estudiante

El estudiante recuerda y reconoce información e ideas además de principios aproximadamente en misma forma en que los aprendió

El estudiante esclarece, comprende, o interpreta información en base a conocimiento previo

El estudiante selecciona, transfiere, y utiliza datos y principios para completar una tarea o solucionar un problema

El estudiante diferencia, clasifica, y relaciona las conjeturas, hipótesis, evidencias, o estructuras de una pregunta o aseveración

El estudiante genera, integra y combina ideas en un producto, plan o propuesta nuevos para él o ella.

El estudiante valora, evalúa o critica en base a estándares y criterios específicos.

Ejemplos de Palabras Indicadoras [1]

define
lista
rotula
nombra
identifica repite
quién
qué
cuando
donde
cuenta
describe
recoge
examina
tabula
cita

predice
asocia
estima
diferencia
extiende
resume
describe
interpreta
discute
extiende
contrasta
distingue
explica
parafrasea
ilustra
compara

aplica
demuestra
completa
ilustra
muestra
examina
modifica
relata
cambia
clasifica
experimenta
descubre
usa
computa
resuelve
construye
calcula        

separa
ordena
explica
conecta
pide
compara
selecciona
explica
infiere
arregla
clasifica
analiza
categoriza
compara
contrasta
separa

combina
integra
reordena
substituye
planea
crea
diseña
inventa
qué pasa si?
prepara
generaliza
compone
modifica
diseña
plantea hipótesis
inventa
desarrolla
formula
reescribe    

decide
establece gradación
prueba
mide
recomienda
juzga
explica
compara
suma
valora
critica
justifica
discrimina
apoya
convence
concluye
selecciona
establece rangos
predice
argumenta

EJEMPLO DE TAREA(S)

Describe los grupos de alimentos e identifica al menos dos alimentos de cada grupo. Hace un poema acróstico sobre la comida sana.

escriba un menú sencillo para desayuno, almuerzo, y comida utilizando la guía de alimentos

Qué le preguntaría usted a los clientes de un supermercado si estuviera haciendo una encuesta de que comida consumen? (10 preguntas)

Prepare un reporte de lo que las personas de su clase comen al desayuno

Componga una canción y un baile para vender bananos

Haga un folleto sobre 10 hábitos alimenticios importantes que puedan llevarse a cabo para que todo el colegio coma de manera saludable

Anexo 3

LISTA DE EJEMPLOS:

(MARCO DE REFERENCIA DE PRODUCTOS QUE PUEDEN USARSE PARA DEMOSTRAR LA APLICACIÓN DEL ESQUEMA DE HABILIDADES DE PENSAMIENTO) 

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Anotaciones bibliográficas
Galería de Arte
Bibliografía
Plano
Juego de Mesa
Cubierta de Libro
Cartelera
Juego de Cartas
Mapa Collage
Colección Ilustrada
Colección con Descripción
Tira Cómica
Programa de Computador
Crucigrama

Debate
Ilustración detallada
Diario
Diorama
Exhibición
Drama
Monólogo Dramático
Editorial
Ensayo
Experimento
Bitácora de un Experimento
Fábula
Archivo de hechos reales
Cuento de hadas
Árbol genealógico
Glosario

Gráfica
Diseño gráfico
Tarjeta de Felicitación
Historia Ilustrada
Diario
Diagrama rotulado
Diseño a gran escala
Conferencia
Carta
Carta a un editor
Lección
Dibujo lineal
Artículo para revista
Mapa
Mapa con texto Móvil

Monografía
Exhibición para museo
Composición musical
Reporte de noticias
Panfleto
Patrón con instrucciones
Ensayo fotográfico
Diccionario pictográfico
Poema
Afiche
Archivo de referencia
Presentación en Power Point
Encuesta
Diapositivas de gastos generales
Lista de Vocabulario
Reporte escrito


1. Docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Guayaquil. Magister en Administración de Empresas, jorge.diazt@ug.edu.ec; diazteranjorge@hotmail.es


Revista ESPACIOS. ISSN 0798 1015
Vol. 39 (Nº 20) Año 2018

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