ISSN 0798 1015

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Vol. 40 (Nº 26) Año 2019. Pág. 23

Necesidades formativas en tutores universitarios del área de psicología

Training needs in university tutors in the area of psychology

ACEVES, Yaralin 1; MARTÍNEZ, Yessica 2 & BARAK, María M. 3

Recibido: 30/11/2018 • Aprobado: 20/07/2019 • Publicado 29/07/2019


Contenido

1. Introducción

2. Metodología

3. Resultados

4. Conclusiones

Referencias bibliográficas


RESUMEN:

Se describe el proceso de una investigación cuyo objetivo es identificar necesidades formativas en tutores de la carrera de psicología de cuatro instituciones pertenecientes al Consorcio de Universidades Mexicanas. La metodología utilizada fue de corte mixto con diseño exploratorio, efectuando una recolección y análisis de datos bibliográficos, documentales y empíricos a través de grupos focales para la construcción de un instrumento para posteriormente, a través de su aplicación, poder identificar las dimensiones y aportar al campo formativo con la propuesta de una guía temática relativa a las áreas básicas de capacitación para el tutor de educación superior.
Palabras clave: Necesidades formativas, tutores, educación superior

ABSTRACT:

The process of an investigation whose objective is to identify training needs in tutors of the psychology career of four institutions belonging to the Consortium of Mexican Universities is described. The methodology used was of mixed cut with exploratory design, carrying out a collection and analysis of bibliographic, documentary and empirical data through focus groups for the construction of an instrument for later, through its application, to identify the dimensions and contribute to the training field with the proposal of a thematic guide relative to the basic areas of training for the tutor of higher education.
Keywords: Training needs, tutors, higher education.

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1. Introducción

1.1. La tutoría en la Educación Superior

En el año 2000, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES, 2001) elaboró líneas estratégicas de desarrollo y rutas para el Sistema de Educación Superior (SES); derivándose diversos programas, siendo uno de ellos el programa de Desarrollo Integral de los Alumnos, el cual busca apoyar a los alumnos con programas de tutorías y desarrollo integral a través de las Instituciones de Educación Superior (IES), con el propósito de elevar el índice de culminación de sus estudios en el plazo indicado y alcanzar los objetivos establecidos en los respectivos planes y programas de estudio (Romo, 2004).

Por lo tanto y con base en lo anterior, en las IES, desde hace más de dieciocho años ha incursionado la figura del tutor como un actor clave de acompañamiento en el proceso de formación académica del alumno; buscando principalmente evitar la deserción y el rezago educativo, siendo esta, una función más del docente. Con la integración de la figura del tutor se establece una nueva forma de entender la relación profesor-alumno y la actividad tutorial viene a potenciar la formación integral de los estudiantes.

Este proceso continuo y permanente demanda una preparación constante de parte del tutor para que pueda orientar y guiar al estudiante en la planeación y desarrollo de su proyecto académico y profesional, presentándole al tutor un nuevo escenario de desafíos paralelo a la docencia. En este tenor, Cañas, Campoy y Pantoja (2005) conciben la función tutorial como parte inherente de la práctica docente y por tanto como factor de calidad en la educación, lo que hace necesario un replanteamiento en cuanto a la formación del profesorado en relación a las tareas que ha de asumir particularmente en educación superior, que dé como resultado el desarrollo de nuevos escenarios formativos que otorguen a los profesores las competencias necesarias para la detección y atención oportuna de necesidades estudiantiles a nivel individual y grupal.

Ante esto, cabe cuestionar ¿de qué manera las instituciones están abordando estos retos?, ¿bajo qué condiciones se están operando los programas de tutoría? y particularmente las exigencias formativas en torno a la tutoría que, de acuerdo con Rascovan (2008) funge como dispositivo estratégico que colabora con la “dinamización de los procesos de enseñanza aprendizaje, al mismo tiempo que hace más habitable la vida cotidiana escolar” (p.33). Sin embargo, cabe mencionar que uno de los principales inconvenientes en cuanto a la participación de los docentes en los programas de tutorías ha sido la falta de motivación y de actitudes proactivas, o bien una “falta de preparación específica para desempeñar su función tutorial” (Müller, 2008, p. 49).

Es importante resaltar que “no se trata de convertir a los docentes en psicopedagogos o psicólogos educacionales. Se trata simplemente de volver más explícita, más sistemática, la función que cada docente desempeña en forma espontánea como acompañante y facilitador del proceso de aprendizaje, en lo individual como en lo grupal” (Müller, 2008, p.24), por lo que las acciones tutoriales deberán estar acompañadas de una formación y un asesoramiento particular tanto para el cumplimiento de los objetivos del programa de tutoría así como para la intervención en diversas problemáticas que puedan surgir en las poblaciones estudiantiles.  

Considerando que una de las  diez competencias profesionales señaladas por Perrenoud (2007) es saber organizar la propia formación continua así como las situaciones de aprendizaje, más allá de “elegir entre varios cursos” es importante reflexionar y explicar las propias prácticas, implicarse en la tarea y participar de manera activa en los procesos formativos, de acuerdo a este autor formarse no es sólo ir a cursos, sino transformar los propios métodos personales y colectivos a partir de situaciones de análisis y aprendizaje (pp. 136-137).

Para poder conocer y entender al tutor es necesario hacer un ejercicio de reflexión sobre su práctica en la actividad tutorial y a partir de ahí, identificar la necesidad formativa con la anticipación de necesidades futuras. Lo que hace necesario contextualizar la tutoría, e identificar áreas de oportunidad para diseñar y ofrecer servicios contextualizados de calidad que beneficien no sólo al tutorado, sino también al tutor y a la institución.

El valorar los puntos fuertes y débiles en la función tutorial facilita la construcción de planes y programas con una mejor orientación. De acuerdo con Aguilar et al. (2015) los estudios relativos a las necesidades de formación de tutores no son tantos y en muchos casos se engloban dentro de estudios más generales, concluyendo en que prevalece una necesidad importante al respecto, existiendo un alto porcentaje de profesores que poseen  un conocimiento básico o elemental sobre el tema de la tutoría, trayendo como consecuencia, prácticas y acciones deficientes en tanto que no se logren competencias a un nivel altamente aceptable (p. 369).

Es importante resaltar que el Consorcio de Universidades Mexicanas (CUMex), está conformado por instituciones de educación superior que ofrecen programas de buena calidad, reconocidos mediante los esquemas y procesos del Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación en México; a su vez, cada una de ellas en torno a lo establecido por la ANUIES, ha incorporado la tutoría a sus esquemas de acompañamiento.

El presente trabajo describe las etapas de una investigación cuyo objetivo general fue identificar necesidades formativas en tutores de la carrera de psicología de cuatro instituciones pertenecientes al Consorcio de Universidades Mexicanas. Los objetivos específicos fueron identificar el perfil del tutor acorde a los teóricos, identificar las características de la operatividad de la tutoría a nivel interinstitucional, conocer la oferta de espacios formativos para la tutoría, identificar la  habilitación requerida en el perfil del tutor desde el punto de vista del profesor e identificar en qué medida las IES están habilitando a sus tutores para la atención a la demanda estudiantil.

2. Metodología

La búsqueda de las mejores formas para identificar las áreas de oportunidad en los servicios tutoriales y perfiles de los tutores, conduce a la consideración de diversas dimensiones de incidencia, de tal forma que la comprensión de las necesidades formativas sea la más completa posible, en ese sentido, la metodología desarrollada para el logro del objetivo de este estudio se centró en un corte mixto, a través del diseño exploratorio secuencial en modalidad derivativa, efectuando una exploración inicial del planteamiento (recolección y análisis de datos cualitativos) para la construcción de un instrumento y su posterior aplicación (Hernández; Fernández y Baptista, 2010).

El diseño del instrumento para la detección de necesidades formativas en tutores universitarios se derivó a partir del desarrollo de tres etapas de trabajo, que se explican con detalle en los siguientes apartados. 

La población de estudio estuvo integrada por tutores de la carrera de psicología de cuatro instituciones que forman parte de CUMex: Universidad Autónoma del Estado de Nuevo León (UANL), Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), Universidad Juárez del Estado de Durango (UJED) y la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).

Etapa 1. Etapa previa al trabajo de campo. Revisión del estado del arte.

Esta etapa consistió en hacer una revisión de diversas fuentes de información que sirvieran de base a la observación del estado del arte sobre la formación de los tutores en educación superior en el contexto mexicano e internacional. Para recopilar documentos relevantes se utilizaron las entradas: “Formación de tutores”, “Capacitación de tutores”, “Tutores en educación superior”, “Tutoría en educación superior” y “Tutoría en la universidad”.

Se realizó una búsqueda en las bases de datos EBSCO, JURN, SCIELO, REDALYC y Google Académico, de igual forma se consultaron la colección del Estado del Conocimiento 2002-2011 del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE), las memorias electrónicas del primer al séptimo Encuentro Nacional de Tutorías (2004-2016) y las memorias del Congreso mexicano de investigación educativa 2007-2017. Se examinaron los documentos seleccionando solo aquellos que abordan aspectos sobre la formación de los tutores en educación superior, 10 nacionales y 15 internacionales.

Etapa 2. Reunión con informantes clave.

Esta etapa se caracterizó por la implementación de espacios colaborativos en los que fueron consultados informantes clave, lo que permitió sondear las categorías exploratorias. La consulta se realizó a través de tres grupos focales (denominados en lo posterior como GF1 “grupo focal 1”, GF2 “grupo focal 2” y GF3 “grupo focal 3”, por el orden de organización y aparición) integrado por profesores tutores, docentes expertos en tutoría, y estudiantes tutorados, lo que permitió aportar a la construcción de las dimensiones formativas del tutor en términos de sus funciones, elementos que posteriormente serían incluidos en el instrumento.

Cabe señalar que, en un primer momento cada grupo focal realizó un listado preliminar de ítems,  y posteriormente se trabajó y adecuó de acuerdo a tres categorías principales:

a)   Categoría 1: ítems relativos a la institución

b)   Categoría 2: ítems relativos al proceso de tutoría

c)   Categoría 3: ítems relativos al sujeto

Como ítems relativos a la institución se consideraron todos aquellos indicadores referentes a la oferta de recursos, espacios, herramientas, condiciones, entre otros elementos que la institución prevé para la capacitación, actualización y desarrollo de funciones de los docentes tutores. Por otra parte, en la segunda categoría, se agruparon los ítems relativos al proceso de tutoría, es decir, la identificación de momentos, objetivos, acciones y funciones durante el proceso de tutoría. Finalmente, en la agrupación de ítems relativos al sujeto se encontraron todos aquellos indicadores relativos a las habilidades, destrezas, estrategias, técnicas, uso de herramientas tecnológicas, que caracterizan el perfil del tutor, incluyendo también el aspecto actitudinal inherente en la relación tutor – tutorado.

Etapa 3. Construcción del instrumento.

El instrumento fue diseñado en versión electrónica a través de los formularios del Google Docs para su posterior aplicación. Para su validación se realizó una aplicación inicial con el grupo de expertos que evaluaron cada ítem de acuerdo a tres criterios: a) el ítem es adecuado, b) el ítem es necesario y c) el ítem es pertinente a la categoría asignada.

3. Resultados

3.1. Análisis del estado del arte

A continuación, en la tabla 1 se presentan los resultados obtenidos del análisis del estado del arte sobre la formación de los tutores en educación superior en el contexto mexicano e internacional.

Tabla 1
Aportaciones teóricas de la formación de tutores

NACIONAL

Autor

Aportación

Badillo, J. (2007)

“Al llegar a este punto se generó una intensa polémica, pues al interior de las IES se ha observado que muchos profesores no cuentan con la preparación e información necesaria para desempeñarse como tutores… Pese a que la capacitación es un aspecto que figura en los programas de tutorías, ésta no se ha fortalecido (ni siquiera en aquellas IES en las que los programas de tutorías están ya en proceso de consolidación) y siguen existiendo sentidas necesidades de formación en los profesores-tutores, que en muchos casos ellos mismos expresan. Por lo anterior, los asistentes remarcaron la importancia del establecimiento de programas de formación de tutores con un carácter permanente, que contemplen actividades de capacitación tales como cursos, talleres, foros de discusión, seminarios, mesas redondas, entre otros. Para asegurar la pertinencia de dicho programa, será fundamental realizar diagnósticos de necesidades de formación de los profesores, los cuales pueden efectuarse incluso por áreas o departamentos… De esta manera, el tutor estará en mejores condiciones al realizar su actividad y se mantendrá el interés del estudiante hacia la tutoría, con académicos más preparados para desarrollarla.” (p. 13)

García, S. L. (2010)

“Además de las funciones mencionadas, a continuación, se enumeran más compromisos del tutor, los cuales son complementarios a los descritos previamente: Capacitación, formación y profesionalización continua en el proceso tutorial: el tutor adquiere la responsabilidad de capacitarse y actualizarse constantemente en el ámbito del programa de tutoría.” (p.39)

González, I.,

Zúñiga, M. (2014)

“Actualmente, las políticas educativas señalan que el docente universitario para alcanzar perfiles de excelencia debe… participar en actividades de gestión académica, de generación y aplicación del conocimiento, así como en la realización de tutorías. El desempeño de estas actividades exige del docente competencias que muchas veces no ha desarrollado, no por falta de aptitud y disposición, sino por falta de una formación apropiada que lo dote de las herramientas metodológicas y de conocimiento necesarias para realizar su labor con calidad. Un docente capacitado tomará decisiones adecuadas, producirá trabajos académicos significativos y desempeñará un mejor papel como guía y acompañante de sus tutorados. Por tal razón, es necesaria y urgente la formación de los docentes universitarios dentro de un programa institucional, planeado y continuo, que ayude a los docentes a cumplir con los objetivos de la política educativa vigente”. (p.44)

Herrera, B. R. (2017)

La formación es un elemento esencial del desarrollo de los tutores y un medio para asegurar el adecuado suministro de talento humano en el Programa Institucional de Tutorías (PIT). La finalidad de la formación será conseguir adoptar los comportamientos y aptitudes de acuerdo con los cambios que se van generando en el PIT… una actividad fundamental es la formación de los docentes como tutores, por lo que se considera relevante como estrategia institucional un Programa de Formación de Tutores. (p.1)

Molina, M. (2004)

“Resulta, así, de vital importancia la capacitación de los docentes para ejercer esta doble responsabilidad y estar en posibilidad de lograr los objetivos que se pretenden con el programa tutorial. En última instancia, la formación y la redefinición del docente incidirán en el incremento del rendimiento escolar de los estudiantes del nivel superior. Cada institución debe contar con un programa de formación integral para el asesor-tutor, entendiendo por integral, la conjunción de aspectos tutoriales y de asesoría psipedagógica específicos para la modalidad y nivel educativo de que se trate.

La formación de los tutores debe incluir al menos, los siguientes contenidos:

Bases teórico metodológicas de la tutoría, Información clara precisa del funcionamiento y organización del sistema o modalidad escolar, Características de los alumnos, Factores que inciden en el desempeño académico, Diagnóstico (Herramientas para hacer) de la institución educativa, Metodología de la asesoría (Empatía, entrevista, etcétera) y Formas de evaluación y seguimiento.” (La formación de tutores, párr.1-5)

Narro, J. y Arredondo, M. (2013)

Es indispensable proporcionar una sólida formación a los profesores para propiciar la autonomía de los estudiantes, su compromiso y su responsabilidad con los estudios, favorecer su capacidad de aprendizaje y la comprensión de problemas complejos. La tutoría precisa un nuevo modelo educativo centrado en el aprendizaje, así como la transformación de la docencia y de los dispositivos didácticos y pedagógicos para contribuir a la formación de una "mente bien ordenada". (Planteamientos conceptuales en torno a la tutoría, párr. 17)

Obaya, A. y Marina, Y. (2014)

“… Es importante que el tutor se informe sobre temas relacionados con tutoría, juventud y estrategias didácticas, entre otros, así como conocer sobre gustos, intereses y potencialidades de los estudiantes del grupo. También es recomendable que el tutor sea creativo e innovador y proponga al grupo situaciones interesantes, lúdicas y pertinentes a sus inquietudes y necesidades, que permitan analizar con los alumnos los asuntos que impactan su desarrollo y bienestar como integrantes de la comunidad de aprendizaje” (CONAPO, 2007 en Obaya y Marina, 2014, p. 480).

Rodríguez, A. M. (2014)

 

 

 “Es un hecho que para implementar cualquier medida para mejorar la calidad educativa de un programa es necesario primero empezar con un diagnóstico. Por otra parte, la tutoría como estrategia clave para la transformación cualitativa del proceso educativo, requiere que el tutor desarrolle un perfil acorde a lo que se pretende, sin embargo, fue común observar que cuando las instituciones de educación superior decidieron hacer eco de las recomendaciones de ANUIES, no siempre integraron de manera continua, un programa de formación en tutoría que diera pie al perfil deseado…”. (“Resumen”)

Rodríguez, M. O., Villarreal, P. S., Rojas, A. (2009)

“…se implementó una formación teórico práctica que permita a los profesores brindar la atención especializada para el establecimiento y desarrollo de los servicios tutoriales, en Nuestra Universidad se diseñó el Diplomado "Formación de Tutores". El Diplomado fue diseñado para impartirse en cuatro módulos de 20 horas presenciales cada uno de ellos y 20 horas para realizar los trabajos de cierre de cada módulo, como evidencia de aprendizaje y construcción de cada equipo participante. - Módulo I El Programa Institucional de Tutorías (PIT) en la U.A. de C. - Módulo II Instrumentos de apoyo en la tutoría. - Módulo III La entrevista tutorial. - Módulo IV Estrategias de aprendizaje (…) Posteriormente, el Diplomado "Actualización en la Labor Tutorial", diseñado para impartirse en cuatro módulos de 25 horas presenciales cada uno de ellos. Quedando estructurados de la siguiente manera. • Módulo I El Tutor como humano y profesional en su interacción con el tutorado • Módulo II Repercusiones de la sociedad en el proceso educativo delo tutorado • Módulo III Los Afectos en la relación tutorial • Módulo IV Estrategia cognitivas y metacognitivas”. (p.27)

Vázquez, A., Oliver, L. y García, N. (2009)

 

La institución debe brindar a los docentes las condiciones necesarias para el desarrollo de la tutoría, entendida como el proceso de acompañamiento individualizado que favorece el avance regular de los becarios. Con el fin de cumplir con el objetivo del tutor, la UAM-Azcapotzalco generó diversas estrategias de formación y capacitación de tutores a través de la Coordinación de Docencia, desarrollando diversas modalidades, que responden a las diversas necesidades de atención, capacitación y formación, conforme a lo establecido en el Programa de Acción Tutorial. a) Curso presencial de formación de tutores. Que tuvo como finalidad dar a conocer entre la comunidad académica el planteamiento de las tutorías, así como las características del tutor y el modelo de la UAM. b) Curso virtual de formación de tutores. Modalidad en línea que simplifica los materiales de lectura, da a conocer las características del programa PRONABES y favorece al aprendizaje de modalidades no convencionales. c) Taller de uso del Sistema de Gestión Tutorial. Taller interactivo para conocer y utilizar adecuadamente la plataforma electrónica de tutorías de la UAM-Azcapotzalco. La formación de tutores es responsabilidad de la institución, las divisiones académicas y de los propios docentes. En la medida que todos nos comprometamos en esta actividad, se podrá fortalecer en beneficio de los alumnos”. (“Resumen”)

Internacional

Álvarez, M. y Álvarez, J. (2015)

“Para que este modelo integral se pueda consolidar, se ha de producir un cambio en la función tutorial como un aspecto fundamental de la función docente y se han de facilitar las condiciones que proporcionen todo este proceso de cambio. Todo esto va a suponer un “tempus” donde se habrá de informar, implicar, motivar y formar al profesorado tutor y al resto de agentes implicados en el nuevo modelo tutorial. La dinamización y potenciación del modelo integral de tutoría no se desarrollará a golpe de mandato legal, sino que requerirá de un plan estratégico consensuado por todos y con la máxima implicación y compromiso de la institución universitaria” (Álvarez González y Álvarez Justel, 2012 en Álvarez y Álvarez, 2015, p. 139).

Arbizu, F., Lobato, C. y Del Castillo, L. (2005)

“El centro que decida llevar a cabo el plan de tutorías integrales convocará al profesorado de su centro para que voluntariamente participe en dicho plan.

Los requisitos básicos para poder participar en el plan serán los siguientes:

• Compromiso de dedicación de al menos 2 años, • Aceptación del plan de formación, así como el de evaluación, • Aceptación de la figura de tutor-coordinador, • Llevar a cabo cuantas actividades se hayan planificado en torno al plan Formación de los tutores: Formación inicial previa al comienzo del curso. (…) Mensualmente habrá una sesión (presenciales u “on line”) de seguimiento. Esta formación será llevada a cabo por el Servicio de Apoyo Tutorial (SAT)”. (p. 12)

Ariza, G. I. y Ocampo, H. B. (2005)

“… Topping (2002 en Álvarez y Álvarez, 2015) manifiesta la necesidad de “capacitar en los procedimientos generales de toda tutoría. Por ejemplo cómo entablar una relación de confianza.” Adicional a esto, el tutor debe contar con las habilidades y herramientas suficientes para desarrollar en sus pupilos mejores estrategias de aprendizaje, y para que estos adquieran las destrezas y repertorios de conducta que mejoren el ambiente de trabajo en el aula y fuera de ella… que se viabilice la posibilidad de que los programas cuenten con un seguimiento puntual y una capacitación permanente. Sin embargo, un programa de tutoría es eficaz en la medida en que exista el nivel adecuado de motivación en los participantes. En este aspecto la actitud del tutor es fundamental y permite la posibilidad de que el estudiante perciba claramente los efectos positivos de la actividad tutorial.” (“Resultados”, párr. 12).

Batista, I., Socarrás, S. y Bujardón, A. (2012)

“El interés y la complejidad de la problemática de la preparación del tutor de la Vanguardia Mario Muñoz Monroy reclama concebir talleres teóricos metodológicos especializados los cuales define como: las formas de organizar y conducir la actividad de tutoría, que tienen como precedente el saber colectivo; donde se enriquecen el conocimiento del tutor, en función de dar cumplimiento adecuadamente al plan de desarrollo individual del estudiante y lograr calidad en su formación profesional, donde es posible favorecer actitudes positivas del estudiante en la esfera investigativa, docente, administrativa al tener como pilar fundamental la relación tutor-alumno. El orden que siguen los talleres responde a la lógica de atender aspectos generales que sirven de base teórica y metodológica para perfeccionar el trabajo del tutor …”. (“Acciones”, párr. 9)

Castaño, E., Blanco, A. y Asensio, E. (2012)

“La acción tutorial constituye uno de los pilares de la docencia universitaria. La tutoría ha supuesto un importante acercamiento a las necesidades del estudiante y al seguimiento de su proceso de aprendizaje, que implican cambios en la metodología de la docencia. El seguimiento académico, la planificación de objetivos de aprendizaje y el apoyo en la adaptación del alumno al entorno académico, resultan requisitos indispensables en el nuevo modelo educativo. Este cambio de paradigma confiere al tutor un nuevo rol de asesor universitario en el desarrollo de competencias académicas, personales y profesionales, que favorecen la autonomía personal y la toma de decisiones. Para poder realizar esta función el profesor universitario necesita el adquirir y desarrollar unas nuevas competencias propias de la tutoría, como: Comunicación eficaz, Escucha activa, Manejo de conflictos, Planificación y Trabajo en equipo. Todas ellas planteadas desde el prisma de la acción tutorial, que podemos entenderlas desde una doble vertiente, por un lado, las competencias que debe tener el profesor para desarrollar su función como tutor y por otro aquellas que el tutor deberá intentar desarrollar en sus pupilos. Los planes de acción tutorial están encontrándose con una serie de dificultades de puesta en marcha debido a la inercia con la que se mueve la universidad española, ello implica la necesidad de apoyarlo con la aportación de recursos, tanto institucionales como personales, así como con la organización de cursos de formación específicos que permitan desarrollar nuevas estrategias y conocer herramientas para el trabajo de la tutoría desde las competencias.” (“Resumen”)

De La Fuente, R. (2010)

“… en muchas ocasiones la falta de recursos y preparación lleva a que realicen sus funciones sin más criterio que el suyo propio o el que el equipo directivo estime oportuno (González, 2007 en De La Fuente, 2010), o más aún, como señala Ainscow muchas veces los profesores disponen de conocimientos pero necesitan “aprender a aprender de las diferencias”. Partiendo de estas premisas, la finalidad que persigue este estudio se concreta en el conocimiento, por una parte, del perfil, formación del profesorado, características del alumnado que atienden, necesidades y demandas formativas así como de materiales didácticos, que presentan los profesores tutores de Garantía Social, para posteriormente mejorar los aspectos detectados mediante la elaboración de un programa de tutoría adaptado a la diversidad que incidiera sobre las áreas prioritarias, materializado finalmente en un Manual de orientación y tutoría en y para la diversidad (De la Fuente y cols., 2007 en De La Fuente, 2010)” (p. 572).

Gairín, J., Feixas, M., Guillamón, C. y Quinquer, D. (2004)

“Se precisa que tanto la universidad como la facultad, la titulación y el departamento den apoyo al profesorado para desarrollar el papel de tutor académico eliminando las posibles barreras que dificulten la realización de esa función; asegurando mecanismos de formación del profesorado; creando un clima de trabajo colaborativo para vencer resistencias, dando seguridad y evitando incertidumbres personales e institucionales; planificando encuentros entre el profesorado con el propósito de compartir experiencias personales; gestionando los recursos a nivel de calendario, horario, uso de los espacios, etc. El hecho de que la dirección institucional se implique en todo el proceso es una garantía de continuidad.” (p. 72)

García, N. (2008)

“Sin duda, este cambio de rol va a exigir un esfuerzo personal de reflexión sobre la función docente, de convencimiento sobre la necesidad de un cambio hacia la mejora y de preparación para ella en aquellos aspectos en los que se necesita un mayor entrenamiento y actualización… El cambio de rol docente y la incorporación de la tutoría universitaria como una actividad importante y valiosa es un proceso que va a requerir tiempo y ha de contar con la participación activa de todos los profesionales. (…) Las que surgen de las características personales del tutor universitario que, entre otros requisitos, debe reunir unas condiciones y cualidades específicas muy peculiares y ha de mostrar determinadas actitudes, como aprender y desarrollar técnicas y metodologías concretas para llevar a cabo eficazmente su labor tutorial, en las que nadie le ha preparado.” (pp.43-44)

González, E. (2005)

“En un mundo donde los impactos de los avances tecnológicos están generando inquietud respecto de las fronteras entre educar y formar en competencias. Una mirada histórica a los procesos de tutoría y formación del tutor se hace necesaria para prospectar la educación frente a un panorama que proclama la intención de atar a los académicos a programas de software, hardware y plataformas virtuales especializadas. La tutoría y la formación del tutor, es hoy un punto crítico, en cuanto que exige un compromiso serio y responsable frente a los nuevos paradigmas de aprendizaje y las innovaciones en la teleducación, la interacción ciberespacial, el aprendizaje vitalicio y la educación adaptiva. El trabajador de la educación, en este caso el tutor, deberá engendrar cambios radicales en las formas de socializar y compartir el conocimiento, deberá dinamizar los métodos de investigación con el fin de posibilitar en los estudiantes ser sujetos críticos que sobresalen por su competencia, integridad y justicia.” (p.241)

Molina, I. A. (2012)

“Es fundamental formar a los tutores para responder a los objetivos de los programas de formación en las universidades cubriendo las necesidades intrínsecas.” (p.174)

Navarro, N. y Zamora, J. (2014)

“En relación a la formación de tutor, Hendry menciona que la forma más efectiva para ser mejores tutores es la participación sistemática en programas de formación, incluyendo el análisis sobre su experiencia de tutoría, interpretar la retroalimentación proporcionada por los estudiantes y actuar en base a ella. Asimismo, la participación de pares a través de la observación y las actividades de desarrollo que incluyen lectura de libros y la asistencia a las reuniones de tutoría semanal. Existe consenso en que el tutor debe recibir entrenamiento, el que debiera tener sesiones con un “trainer” para ser observados, siendo la retroalimentación de los estudiantes relevante para su desarrollo.” (párr.12)

Paso, M., Carrera, M.C., Felipe, C., Anthonioz, L. y Testa, G. (2014)

Los programas de tutorías en la educación superior universitaria tienen una creciente visibilidad en el marco de políticas de inclusión implementadas en las universidades públicas a partir de la masificación de este nivel y del acceso de un estudiantado heterogéneo en lo social, cultural, educativo, que perfila un público distinto al tradicional. (…) En ese marco, nos preguntamos: ¿Qué lugar se le ha asignado a la formación específica para la función tutorial en programas, nacionales y locales, que incluyen tutorías de inicio de carrera?” (Resumen, p.1).

En cuanto las actividades de formación de los tutores, éstas se caracterizan por dirigirse a la definición del rol de los tutores y puntualmente a la delimitación de su ámbito de intervención...

Rodríguez, N. (2014)

“A partir del análisis de la información recopilada, con la aplicación de los instrumentos concluimos que las necesidades formativas del tutor a distancia se aglutinan en tres dimensiones base: el desarrollo institucional, el desarrollo curricular y el desarrollo profesional docente.” (p.18)

Sola, T. y Moreno, A. (2015)

La falta de formación del profesorado en materia de tutoría y la carencia de hábitos de actualización sistémica en orientación educativa, genera una situación poco optimista en los resultados del ejercicio de la acción tutorial.” (p.133)

Fuente: Elaboración propia, 2018

3.2. Características referentes al programa y al contexto institucional

Posterior a un análisis de las páginas oficiales y los Programas Institucionales de Tutorías (PIT) de las cuatro instituciones que participaron en el presente estudio, se realizaron tablas comparativas para identificar los rasgos de cada uno en relación a elementos clave y ser considerados posteriormente en la elaboración del instrumento para la recolección de datos. En la tabla 2 se observa el objetivo del plan institucional de tutorías de cada una de las instituciones, los cuales apuntan en el mismo tenor favorecer la formación integral y disminuir el rezago y abandono escolar.

Tabla 2
Objetivo de los PIT

Fuente: Elaboración propia, 2018.

En relación a los actores involucrados en el programa de tutorías, las cuatro instituciones coinciden contar con un coordinador o responsable del programa de tutorías y considerar en los actores a los profesores-tutores y a los tutorados (ver tabla 3).

Tabla 3
Actores involucrados en el programa de Tutorías

Fuente: Elaboración propia, 2018

En el tenor del perfil del tutor, 3 de los 4 señalan que el tutor debe estar capacitado para realizar dicha función, sin embargo, solo uno de ellos especifica en que consiste la capacitación que se le brindará (ver tabla 8).

Tabla 4
Perfil del Tutor

Fuente: Elaboración propia, 2018

En el sentido de la normativa que rige la acción tutorial, la UANL cuenta con una serie de lineamientos para actuar de éticamente como es el PIT (DOVE-UANL, 2013); así mismo, en el caso de la UAS se cuenta con el PIT en el cual se especifican los pasos que se han establecido para brindar capacitación a los tutores (UAS, 2009); en la UJED se cuenta con el documento titulado Políticas y lineamientos generales de la tutoría académica (UJED, 2015); por último, la UABC no cuenta con PIT, los lineamientos son los que rigen la ruta de la tutoría a nivel institucional y cada unidad académica es la responsable de planear, ejecutar y evaluar la función tutorial (UABC, 2012).

3.3. Reunión con informantes clave.

El GF1, tuvo a su cargo tres tareas, por un lado, elaborar una ficha de identificación preliminar que conformaría en lo posterior la parte inicial del instrumento; la segunda tarea analizar las preguntas de investigación y la tercera los objetivos del proyecto, para poder, a partir de ese ejercicio, identificar y extraer, derivado de una asociación de ideas, todos aquellos referentes clave que fueran susceptibles de convertirse en ítems indagatorios del instrumento. Quedando 9 ítems para la ficha de identificación, 14 para la categoría 1 (institución), 14 para la categoría 2 (proceso) y 16 para la categoría 3 (sujeto); quedando un total de 53 ítems de la lista del G1.

Los insumos para el trabajo del GF2, fueron dos, el primero, referente al perfil identificado para la figura del tutor en los programas institucionales de tutoría (PIT) de las instituciones participantes en el proyecto, análisis comparativo que agrupó las características de los PIT de acuerdo a cuatro elementos: a) el objetivo de la tutoría, b) los actores involucrados, c) perfil del tutor y d) normativa; los cuales se profundizan en el apartado 3.2.

El segundo insumo consistió en el análisis del Modelo de Evaluación de Competencias para la Tutoría (MECT) de García y colaboradores (2016), que incluye la identificación de seis competencias base agrupadas en tres dimensiones envolventes del ejercicio de la tutoría (Tabla 5). Quedando 5 ítems para la categoría 1 (institución), 7 para la categoría 2 (proceso) y 31 para la categoría 3 (sujeto); dando como resultado 43 ítems sugeridos del G2.

Tabla 5
Dimensiones del Modelo de Evaluación
de las Competencias de la Tutoría (MECT)

DIMENSIÓN

COMPETENCIA

Previsión del proceso de tutoría

Planificar el proceso de tutoría

Conducción del proceso de tutoría

Gestionar el proceso de tutoría

Dar seguimiento, ajustar y monitorear las acciones desarrolladas en la tutoría

Utilizar estrategias adecuadas de comunicación para realizar el trabajo de tutoría

Valoración del impacto de la tutoría

Valorar los efectos de los procesos de tutoría individual y grupal

Considerar la forma en que el alumno participa en el proceso de evaluación de la tutoría

Fuente: García, et. al., 2016, pp. 117-119

Por su parte el GF3, se centró en el análisis de tres documentos, el primero de ellos, es un ejercicio de autoevaluación del tutor, denominado “Cuestionario de percepción sobre la acción tutorial” una adaptación de la propuesta de ANUIES para la evaluación del perfil del tutor (ANUIES, 2001 p.77); el segundo insumo fue el instrumento llamado “Análisis de resultados”, diseñado como complemento al Cuestionario de percepción sobre la acción tutorial y que incluye cuestionamientos de carácter reflexivo asociado con la observación de las fortalezas que subyacen en el perfil de quien realiza el cuestionario, así como la identificación de las áreas de oportunidad. 

El tercer documento analizado fue un formato denominado “Proyecto de trabajo para la acción tutorial”, en donde toda vez que un tutor haya contestado tanto el cuestionario de percepción y complementado con los análisis de resultados, pueda establecer temáticas de capacitación a partir de la identificación de fortalezas y áreas de oportunidad, todo ello en relación también a la identificación de las principales problemáticas estudiantiles que como tutor le toca atender. Quedando 12 ítems para la categoría 1 (institución), 11 para la categoría 2 (proceso) y 7 para la categoría 3 (sujeto); dando como resultado 30 ítems sugeridos del G3.

A manera de resumen, se concentran en la tabla 6 el listado general preliminar de los ítems tomados como base e identificados en diversos instrumentos y documentos de trabajo por los grupos focales.

Tabla 6
Ítems identificados por
los grupos focales (GF)

GF

Categoría 1
(institución)

Categoría 2
(proceso)

Categoría 3
(sujeto)

1

14

14

16

2

5

7

31

3

12

11

7

Total por categoría

31

32

54

Total: 117 ítems identificados

Fuente: Elaboración propia, 2018

3.4. Construcción del instrumento

Una vez identificados los 117 ítems derivados del análisis de diversos insumos, y a partir de la categorización de los mismos se procedió a trabajar en su edición y organización para su posterior selección. El instrumento conformado integró cinco apartados, uno correspondiente a la ficha de identificación y los otros cuatro relativos una serie de dimensiones definidas para la organización de los ítems. En la Tabla 7 se aprecia la cantidad de ítems considerados en cada apartado/dimensión.

Tabla 7
Cantidad de ítems comprendidos en el instrumento

 Dimensión

Número de ítems

Ficha de Identificación

6

Dimensión referida a la formación del tutor

5

Dimensión institucional

9

Dimensión referida al proceso

12

Dimensión referida al perfil del tutor

10

Total: 42 ítems

Fuente: Elaboración propia, 2018

Finalmente, el instrumento quedó conformado por 42 ítems, con una estructura mixta de presentación, compuesto por preguntas de respuesta dicotómica, opción múltiple, selección múltiple y tipo Likert. El instrumento se aplicó a los tutores de psicología de tiempo completo de las cuatro universidades implicadas en el estudio, con la definición de una muestra probabilística simple (al 95% de confiabilidad, con un 5% de margen de error).

4. Conclusiones

El tutor es un actor clave de acompañamiento en el proceso de la formación académica del alumno, por ende requiere contar con un perfil que le permita la detección y atención oportuna de necesidades estudiantiles a nivel individual y grupal.

El presente estudio ha evidenciado que uno de los obstáculos que se presenta a nivel nacional e internacional para el éxito de la acción tutorial es la falta de capacitación y preparación del profesor-tutor, los diversos autores ponen de manifiesto la relevancia de la formación previa y continua para el desarrollo de las competencias necesarias para desempeñar satisfactoriamente este rol, que en ocasiones no es por falta de actitud  sino por falta de una formación apropiada.

A pesar de que las cuatro instituciones participantes refieren en su normatividad dentro del perfil del tutor que es necesario permanecer en constante capacitación, no todas las IES cuentan con un programa de capacitación amplio y continuo que dote a los tutores  de las que lo dote de las herramientas metodológicas y de conocimiento necesarias para realizar su labor con calidad.

Los temas a abordarse en un programa de capacitación para tutores son muy diversos, es necesario considerar desde los aspectos normativos de la tutoría y de la propia institución,  formas de evaluación y seguimiento del programa, así como temáticas relacionadas con la juventud, características de los alumnos, estrategias didácticas, factores que inciden en el desempeño académico, la entrevista, la comunicación, entre otros.

Por lo tanto, se considera que al realizar un diagnóstico de necesidades formativas  se podrá estructurar una guía temática de formación para tutores, generada mediante un proceso formal de investigación que atienda a los perfiles de los tutores y las demandas estudiantiles, el cual podrá ser un recurso base desde el cual se podrán diseñar programas de capacitación para docentes tutores de acuerdo a las necesidades de cada IES, modelo que podrá ser replicado por otras IES públicas y privadas de Baja California y así como de los Estados del resto de las IES participante: Sinaloa, Durango y Nuevo León.

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1. Facultad de Pedagogía e Innovación Educativa de la Universidad Autónoma de Baja California, yaralin@uabc.edu.mx

2. Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California, yessicams@uabc.edu.mx

3. Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California, mmbv@uabc.edu.mx


Revista ESPACIOS. ISSN 0798 1015
Vol. 40 (Nº 26) Año 2019

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