Espacios. Vol. 13 (1) 1992

Conexión entre la productividad y la calidad

Gonzalo Lebón


Generalidades sobre la conexión productividad/ calidad.

Hasta hace poco tiempo, el tópico de la “Conexión entre la Productividad/ Calidad” no era un tema tan evidente ni tan atractivo e interesante como los Círculos de Calidad, los Sistemas de Sugerencia del Empleado, o los Estilos Gerenciales; los cuales parecían ser principales tópicos de conversación a nivel gerencial en todo Venezuela. Si embargo, es importante darse cuenta de la Conexión Productividad/ Calidad y de cuáles son los diferentes elementos de medición que se utilizan para evaluar la productividad.

En general, en las empresas existen barreras al mejoramiento de la productividad, entre las cuales se cuentan:

  1. La productividad no ha sido una disciplina que se ha cultivado en el mundo de los negocios, ni ha constituido un campo de estudio de nuestras universidades.
  2. No se tiene experiencia con respecto a los puntos que pueden influir en la mejora de la productividad.
  3. Las perspectivas de producción avanzan con una planificación a corto plazo, lo cual impide realizar planes para mejoramiento.
  4. Falta de educación y concientización sustantiva en la elaboración de una planificación estratégica y ausencia de una detallada evaluación preliminar, fases indispensables para el mejoramiento de la productividad.
  5. Participación parcial y no directa de la Gerencia Principal o de toda la organización (empresa), en la mejora de la producción.
  6. La productividad no se considera e implementa como un programa más.

Estas barreras son generales y se presentan en mayor o menor proporción de acuerdo a la organización. Pero es la base para una adecuada perspectiva para el siguiente punto.

El Dr. Deming, conocido por muchos como el padre del movimiento japonés de Calidad, dijo lamentándose: “nadie parece comprender, a excepción de los japoneses, que a medida que mejora la calidad, mejora la productividad”.

En otros países se ha comprendido que calidad y productividad son casi sinónimos. En ellos ven que el subproducto de la calidad es la productividad y han emprendido acciones al respecto, logrando resultados excepcionales.

En Venezuela, y específicamente en las empresas, la calidad y productividad son frecuentemente consideradas como dos temas marcadamente diferentes, con muchos significados, y hasta cierto punto la productividad no se define ni se mide.

Para establecer una conexión entre productividad y calidad, hay que hablar primero del control total de calidad. Normalmente el personal de producción establece metas de cumplimiento de programas y entrega de productos, mientras el personal de calidad establece metas de aseguramiento de la calidad del producto. Existe aquí, una tendencia natural a la confrontación (profunda en nuestra sociedad): gobierno vs. Empresas, Gerencia de Producción vs. Gerencia de Calidad, y por último, aunque no menos importante, trabajadores de producción vs. Trabajadores de control de calidad.

Sin embargo, es indudable que tanto la organización de la producción como la de la calidad, deberían encaminarse hacia una meta común: esto es, “Producir bienes que satisfagan especificaciones, con el mínimo de desperdicio y demora”, ya que, trabajando en conjunto, como un verdadero equipo, se puede lograr unos que resultados más satisfactorios que los que se alcanzan trabajando aisladamente. También hay que mencionar el equipo de trabajo de los distribuidores, gerentes de compra, ingenieros de supervisión y mantenimiento, gente de mercadeo y venta. Si avanzan juntos hacia una meta común, el éxito puede lograrse más fácilmente.

Hay que observar específicamente lo que sucede a la hora de dar la inspección final a un producto, antes de que de salga a la calle. Si una actitud que refleje que la calidad es responsabilidad de todos (control total de calidad), existe muy poca probabilidad de maximizar la habilidad de tener procesos de funcionamiento, de flujo uniforme, con alta productividad. Quizás es un hecho en las empresas que la participación y la responsabilidad, en cuanto a calidad se refiere, es aún en la mayoría de los casos, responsabilidad sólo del departamento de calidad. En otras palabras, todavía prevalece la idea de que productividad y calidad no son sinónimos sino dos conceptos diferentes.

Tal vez una definición más especifica de calidad, podría facilitar una mejor comprensión de su conexión con la productividad y tomar ventaja de este punto influyente en el proceso de calidad-productividad.

Por otra parte, también es necesario recalcar que la medición de la productividad es esencial para que la industria esté en condiciones de evaluar su tasa de eficiencia. La medición transforma la retórica en un definición medible. Cómo saber si mejoramos, si no tenemos un sistema de medición de productividad apropiado y confiable?. Por eso, el costo que toda organización paga a alto precio, a causa del desperdicio y de las demoras en ellas, es un “desafío a la medición”. Si efectivamente el desperdicio y las demoras son un reto a la medición en las empresas, y si se quiere mejorar la productividad, es necesario medir dónde se está hoy, establecer algunas metas y luego seguirle la pista a la calidad para asegurarse de que se están produciendo efectos positivos sobre la productividad, la cual se puede definir como productos sobre insumo; donde:

Insumo = Trabajo + Capital + Material + Energía

Es conveniente hablar de la calidad en el área de producción. Aquí, que es en realidad donde los productos se hacen y en términos de Productividad se puede llamar calidad de la producción y se define como el nivel de eficiencia en la producción en lograr el incremento de las especificaciones, mediante la eliminación del desperdicio, demoras y pobreza de mano de obra.

En la sección de producción se está hablando de la calidad de la producción, no de la calidad del producto. Las personas de producción deben trabajar los productos hasta que satisfagan las especificaciones de producción, y cuando esto sucede, el producto sale. Se puede definir la calidad de los productos como el nivel de relevancia, uniformidad y confiabilidad, satisfactorio para el cliente e incrementado por las mejoras en las especificaciones de fabricación. Las especificaciones deben estar definidas en las áreas de diseño, producción y ventas. Naturalmente la alta gerencia en las empresas ha prestado más atención a la calidad de los productos que a la calidad de los procesos.

Se ha mencionado el término calidad, pero sin especificar de quién es la responsabilidad de la mejora de la misma. La forma que se debe emplear para mejorar la calidad de un producto es mejorar las exigencias y las especificaciones y esta responsabilidad recae en todo el personal de ingeniería, conjuntamente con los aportes del personal de mercadeo y ventas.

En general, a nivel internacional, las empresas mantienen la política de que la calidad genera productividad. Y es fácil pensar así. Si imaginamos una máquina que opera dentro de sus parámetros las ocho horas del día, generando productos conformes, y si todos los operadores estuviese en realidad haciendo las cosas bien desde el primer momento y despachando productos bien elaborados, entonces, en realidad, la productividad aumentaría. Para entender mejor la relación productividad-calidad y asimilarla de una manera auténtica es conveniente analizar los elementos de medición. Primero: el retrabajo: cada defecto o error que tenemos que reparar, se toma al menos horas extras de trabajo o máquina. Las horas extras bajan la productividad. Un enfoque sobre la eliminación del desperdicio permite disminuir el requerimiento de material y esto es aumento de productividad.

El retrabajo, el desperdicio, las fallas de inspección, los errores de documentación, las órdenes de cambio de ingeniería, los cambios en las órdenes de compra, las devoluciones de los suministros, las demoras en el suministro, lo mismo que el costo de inspectores e ingenieros de calidad, equipos de laboratorio y otros, afectan explícitamente la productividad. Si se analiza con cuidado, se puede observar el gran impacto de la calidad sobre el lado de la productividad.

También es conveniente mencionar que si se logra reencauzar a las organizaciones de calidad y producción para trabajar conjuntamente en la prosecución de un objetivo común, en lugar de seguir separadas y confrontadas, se obtendrán mejoras en la productividad. Esto requiere la participación de la máxima dirigencia. Es preciso que alguien esté dirigiendo en pro de unos resultados.

Es conveniente identificar el trabajo barato y descuidado y la aceptación de la mediocridad en todas las organizaciones y hacer algo referente a ello a largo plazo. Esto significa actitudes de prevención de defecto/ error a largo plazo.

Existen fuertes tendencias en las cuales los empresarios han sido complacientes por muchos años. Se requerirá de una perspectiva de productividad basada en la planificación estratégica, educación/ comprensión y en una evaluación seguida de planificación de tácticas, ejecución y seguimiento de los resultados.

Es el momento conveniente para la mejora de la productividad en todas las empresas. No se trata de operativos de tres meses de esfuerzo aquí y tres meses de esfuerzo allá. Hay que mirar la productividad y calidad del trabajo como las dos caras de la moneda. Lo primero que salta a la vista aquí es el aumento de la productividad a través de la medición y la acción correctiva; luego el aumento de la calidad de vida del trabajo de nuestra de gente, porque ellos están comprometidos, contribuyendo y sintiendo alguna satisfacción en su trabajo, luego mayor aumento de la productividad, luego mayor aumento de la calidad de vida del trabajo, porque las personas sienten orgullo de ser miembros de un grupo ganador. Es decir, cuando la productividad está allí, el logro también lo está.

Es conveniente usar la llamada Estrategia de Calidad Total para hacer las cosas bien desde el principio, eliminando el desperdicio y las demoras y teniendo más bien una actitud de preocupación por la prevención de defectos a largo plazo, en vez de aquella de “encuéntrelo y arréglelo” a corto plazo. Esa es la actitud que en otros países se ha asimilado; así que vamos detrás cuando tenemos metas medibles, que valgan la pena, en todos los niveles de la organización y estamos moviéndonos hacia ellas.

Todas las observaciones indican un potencial suficiente para que Venezuela, y en sí sus empresas, puedan mejorarse. Se debe comenzar primero por definir la calidad total en términos más tangibles y sugerir la calidad de la producción y la calidad del producto; y segundo, por medir y establecer las líneas de base para retrabajo, desperdicio, órdenes de cambio de ingeniería, órdenes de compra, el número de inspectores que tenemos, el porcentaje de devoluciones de los clientes y los días promedio de demora en las materias primas o suministros.

Las empresas tienen una fuerza de trabajo normalmente no usada y a la espera de una oportunidad de participar ante cualquier tipo de problemas en las operaciones, que pudieran afectar adversamente la calidad de la producción y la calidad del producto.
La productividad puede y debe ser medida al mismo tiempo que la calidad, y ambas ser incrementadas en base a una planificada estrategia de la gerencia de la empresa.

A continuación se presentan algunos puntos importantes para la medición de la productividad:

Recursos fundamentales que se usan en el proceso de fabricación.

  1. MATERIAS PRIMAS Y MATERIALES. Usados en el proceso de construcción.
  2. PERSONAS. (Trabajadores). Usadas en los procesos de fabricación, administración, mercadeo, ventas, etc.
  3. EQUIPOS E INSTALACIONES. Usadas en el proceso de fabricación.
  4. DINERO. Usado para financiar la empresa y sus actividades.

Cómo medir la productividad en los recursos fundamentales de la empresa en base a indices

1) RECURSOS MATERIALES O MATERIAS PRIMAS. Fórmula para el cálculo de la productividad en materiales y/ o materias primas:

CSMS
PM = 100 ---- (----------- X 100)
CSMV

Recomendaciones para las mejoras de la productividad en el recurso de materiales o materias primas.

  1. Establecimiento de un programa formal de reducción del costo de la compra.
  2. Contención de las varianzas del precio de compra para el presupuesto anual.
  3. Reducción del costo específico de algunos ítems (productos) haciendo sustitución de importaciones, buscando nuevos proveedores, etc.
  4. Estudiar el movimiento o renovación de los materiales que se están usando en producción.
  5. Reorganizar, calcular y planificar la renovación de materiales o materias primas que se usarán para lograr incrementos en la producción.

2. RECURSOS LABORALES (Trabajadores). Fórmula para el cálculo de la productividad obtenida con el insumo laboral:

VLP
PL = 110 --- (---------- x 100)
VLE

Recomendaciones para mejoras de la productividad en el recurso laboral

  1. Procurar incrementar los bienes producidor vs horas laborales consumidas.
  2. Procurar la automatización de los procesos que involucran más operaciones o donde se pueden cometer más errores humanos
  3. 3) Utilizar una adecuada mezcla de recursos, al procurar obtener semielaborados los componentes importantes de un producto que sea de difícil fabricación
  4. 4) Determinar cómo los costos laborales en términos de salario básico por hora están incrementándose vs tendencias salariales generales fuera de la compañía.

3.- RECURSOS DE CAPITAL (Equipos e instalaciones). Fórmula para el cálculo de la productividad en los recursos de capital:

HMP
PE = 100—(----------- X 100)
HME

Recomendaciones para las mejoras de la productvidad en los recursos de capital (equipos e instalaciones)

  1. Hacer un seguimiento de los resultados prometidos en el cálculo del rendimiento de la inversión de capital en los equipos e instalaciones.
  2. Implementar un sistema de recolección de información sobre: horas máquinas potencialmente usables que se pierden en reparaciones, preparación u otra cosa similar.
  3. Evaluación de los costos del capital por hora máquina de capacidad disponible y costos de capital que resulten de no producir.
  4. Intentar neutralizar la inflación tanto como sea posible al adquirir o renovar los equipos e instalaciones con la mayor anterioridad a la necesidad.

Vol. 13 (1) 1992
[Indice] [Editorial]