Espacios. Vol. 13 (1) 1992

Editorial

E
ntre los hechos más relevantes que están sucediendo en la región latinoamericana se destaca la búsqueda de un nuevo esquema de desarrollo que permita a nuestros países insertarse, de manera eficiente y provechosa, en los procesos de globalización económica que vive el mundo hoy. En mayor o menor grado los países latinoamericanos abren sus economías a la competencia internacional.

Desestatización, privatización, desregularización, competitividad, apertura comercial son aspectos que marcan las transformaciones que se vienen dando y se deposita la confianza en los mecanismos del mercado como regulador y guía de los procesos de cambio que se vienen operando en la economías nacionales.

Ante este nuevo “sentido común” de nuestros “Policy Makers” es útil averiguar las peculiaridades, semejanzas y diferencias de las estrategias que se desarrollan en los países de la región para elevar la competitividad y, por supuesto, las capacidades tecnológicas de sus industrias.

En este sentido, el nuevo rol de Estado en relación a la educación, investigación e innovación debe tener cabida en cualquier discusión válida. La experiencia histórica de la competencia internacional y el ciclo económico han demostrado la importancia, cada vez mayor, de la intervención del Estado en la investigación y la educación. La verdad es que “la mano invisible” del Estado en la coordinación de los esfuerzos de Japón y Corea del Sur, para sólo citar dos ejemplos de moda, en relación a la tecnología y la educación constituyen casos de mucho éxito en la intervención económica del Estado en el presente siglo. Por esta razón, EDUCACION E INNOVACIÓN deben convertirse en materias de creciente incumbencia pública.

El Comité Editor


Vol. 13 (1) 1992
[Indice]