Espacios. Vol. 18 (3) 1997

Paradigmas enfoques y estrategias en un programa de extensión agrícola en Venezuela

Paradigms, approaches and strategies in a agricultural extension program in Venezuela

Igor A. Arias M. *


RESUMEN

En al presente trabajo se discuten, Paradigmas: el conocimiento, las relaciones, la sostenibilidad; Enfoques: de demanda, de sistemas, estratégico; y estrategias: descentralización, relación con el sector político, incorporación del sector privado, la cooperación, el desarrollo institucional, la participación, la comunicación; los cuales constituyen el marco filosófico, metodológico, así como parte del instrumental orientador para la ejecución de un programa de extensión agrícola. Se intenta de esta manera ubicar a la extensión agrícola en el contexto de las nuevas realidades, de manejar nuevos y/o mas adecuados conceptos que enriquezcan el programa y potencien su capacidad de inserción y eficacia en el empeño por contribuir al desarrollo rural.

ABSTRACT

This paper discusses Paradigms: the Knowledge, the Relations, the Sustainability; approaches: the Demand, Systems, and Strategic: and strategies like descentralization, relations with the political sector, incorporation of the private sector, cooperation, institutional development, participation, and communication among others. These constitute the philosophical, methodological, and instrumental environment in which an extension program is implemented. The intention is to locate agricultural extension in the context of new realities, the management of new or more appropriated concepts, which enrich the program and augment its insertion capacity and efficacy in the pursuing of rural development.

Contenido


Introducción

El termino extensión agrícola se reporta usado en Venezuela desde mediados del siglo pasado, referido como fomento agropecuario y basada su acción, como lo expresa Rodríguez, J. 1996 "en políticas dirigidas a capacitar y orientar a los agricultores y aumentar sus conocimientos y destrezas en técnicas modernas de la agricultura."

Se trataba de trasmitir contenidos fundamentalmente técnicos con el propósito de cambiar al hombre a nuestra imagen y semejanza o de aquella determinada por modelos principalmente importados. Eran estrategias unidireccionales soportadas por el enfoque ofertista de moda, que resultaron en escepticismo y hasta resistencia por parte del sujeto de cambio, y que lograron ser impuestas, especialmente en la posguerra, gracias a la ayuda de grandes inyecciones de capital como mecanismo eficaz de convencimiento.

Se puede decir que la extensión agrícola en Venezuela, definida como proceso educativo conjunto, orientado a utilizar el conocimiento como la herramienta más importante para el logro de una ampliación del horizonte del hombre que permita interpretar su realidad y gestar los cambios actitudinales promotores de su propio desarrollo, nunca ha sido la base de políticas, planes o acciones del estado venezolano.

Muy por el contrario, respondiendo a modelos y a políticas agrícolas coyunturales, se ha dado énfasis a acciones de transferencia de tecnología, asistencia técnica directa y capacitación técnica dirigidas a mejorar las capacidades para resolver problemas inmediatos pero que no preparan al hombre para enfrentar los cada vez más complejos problemas de la producción y el desarrollo

Como se sabe el desarrollo agrícola y rural de los años de la posguerra consistía básicamente en aumentar los rendimientos y la producción. La revolución verde se constituyó en la gran panacea por cuanto propugnaba la aplicación de paquetes tecnológicos completos de uso universal que al ser seguidos al pie de la letra garantizaban el éxito de cualquier agricultor. En Venezuela la aplicación de estos paquetes se produjo en tiempos de bonanza petrolera lo cual permitió dirigir recursos financieros, aplicar subsidios, mantener la tasa de cambio, y hasta cerrar las fronteras a las importaciones agrícolas. Se habló de un milagro agrícola, el cual seria factible en esas circunstancias, si los productores eran capaces de absorber y aplicar en poco tiempo los nuevos conocimientos.

En esa época, se eliminó la dirección de extensión del Ministerio de Agricultura y Cría y en su lugar apareció la de desarrollo agrícola con programas de producción por rubros, que a la postre daría lugar a la dirección de producción, unidad administrativa esta más " idónea " en la aplicación de esos modelos. En estas circunstancias fue difícil hablar de extensión agrícola en Venezuela. El cortoplacismo y las concepciones desarrollistas, junto a la poca claridad en la definición de políticas, moldearon una historia signada por el proteccionismo y la transferencia vertical que hizo a los agricultores cada vez más dependientes y vulnerables para participar y competir en un mundo que se movía a una velocidad inusitada.

Se puede decir que la extensión como instrumento de política nunca existió, especialmente en la mente de los encargados de dirigir el desarrollo agrícola Venezolano, y aquel concepto fundamental permaneció deambulando en los espacios académicos - científicos, mantenido por albaceas que luchaban por demostrar su cada vez más vigente y urgente necesidad de aplicación.

El colapso de ese modelo, palpado al exponerse aquella agricultura protegida e inmadura a políticas de apertura y competencia, evidenció la necesidad de ir a la formación del hombre como estrategia fundamental; de retomar el concepto de extensión y más que eso de adecuar sus principios y aplicación a las nuevas realidades que debería afrontar el país.

En medio de esta turbulencia y frustración nace en Venezuela durante el año 1994 el programa de extensión agrícola MAC-CIARA-Banco Mundial, hoy en ejecución. Este es un proyecto innovador, por cuanto rescata el concepto de extensión agrícola e intenta aplicarlo a través de un programa descentralizado, cofinanciado, participativo, representativo, privatizado y coordinado. El presente trabajo trata de hacer una reflexión acerca de los nuevos paradigmas que mueven el mundo moderno, de los enfoques más efectivos para comprender las nuevas realidades del campo venezolano y discutir estrategias, que dentro de esa nueva visión, permitan ayudar a la conformación de un marco teórico que sea base para la inserción y consolidación de esta importante iniciativa en el medio rural Venezolano.

Paradigmas

Tres grandes paradigmas - principios orientadores de conducta humana - guían el mundo hacia el próximo milenio: la revolución del conocimiento, las relaciones y la sostenibilidad.

El Conocimiento

El conocimiento, y la tecnología como su más elocuente forma de aplicación a la solución de requerimientos sociales, son reconocidos como los factores de desarrollo más dinámicos y revolucionarios de los tiempos modernos. El conocimiento es la base para darle pertinencia y permanencia a los cambios, e igualmente se constituye en el principal acervo para potenciar la generación y adopción de nuevo conocimiento.

El reconocimiento de lo anterior ha hecho que las naciones, especialmente las desarrolladas, realicen importantes esfuerzos en el área de educación. Ello le ha permitido obtener fortalezas estratégicas, fundamentalmente cuando el énfasis se pone en la masificación y mejoramiento de la educación básica, ya que por esta vía el hombre mejora sus capacidades para adquirir y aplicar conocimientos.

Si, el conocimiento y la tecnología son la gran herramienta del futuro, pero esta nueva tecnología, como señala Nickel, 1989, sola no es suficiente. Esta deberá ser puesta a disposición de los usuarios. Los agricultores deben utilizarla. y la única manera es que tengan la capacidad de entenderla, interpretarla e incorporarla a su acervo. Hablamos de innovación, un concepto de gran potencia por cuanto integra actores-procesos en busca de productos, que al ser puestos en practica por los usuarios se constituye en piedra angular de desarrollo.

La extensión agrícola, como hemos apuntado es un proceso educativo, orientado mas que a enseñar determinada técnica, a ayudar a formar al hombre para ampliar sus horizontes, mejorar su capacidad para discernir, para comprender sus realidades, para tomar decisiones y en general para facilitar cambios de actitud que lo hagan motor de su propio bienestar. Como proceso educativo la extensión contribuye a formar al hombre y le facilita establecer las bases para interpretar e internalizar los nuevos conocimientos y tecnologías, abre espacios para su adopción y aplicación con un cada vez más amplio espectro de efectividad y permite integrarlos, según sus intereses, a un mayor nivel para el logro de máximos beneficios.

Finalmente debemos decir que la extensión como proceso educativo no formal y orientado, usa al conocimiento como instrumento de fundación, para el largo plazo, de una infraestructura humana capaz de impulsar su propio desarrollo y bienestar.

Las Relaciones

El final del presente siglo está signado por las relaciones, el nuevo paradigma. Se habla de apertura, mercados, interdependencia, globalización, comunicaciones, etc. y todo ello no son mas que formas de relacionamiento (Arias, 1996).

Movido por el impresionante desarrollo de los sistemas de comunicación y el creciente intercambio comercial, el mundo se hace cada vez mas interdependiente y cercano. Los países buscan, a través de mecanismos vinculatorios un mejor posicionamiento. A nivel internacional, una nueva postura referente a la importancia de las relaciones emerge y guía cambios en los países hacia nuevas conductas y formas de organización internas.

La idea de grandes instituciones verticales-autosuficientes, es necesariamente sustituida por la de sistemas organizacionales pequeños con gran capacidad de relacionamiento, en los cuales la identificación de fines comunes y de capacidades complementarias orientan acciones de cooperación para la solución eficiente y eficaz de problemas complejos como los que se presentan en el mundo actual.

Bajo este paradigma la cooperación adquiere gran importancia por ser un mecanismo potenciador de capacidades. Para que ella sea efectiva se requiere identificar fines, roles y capacidades comunes, reconocer funciones, así como comprender el sentido win-win requerido por los cooperantes y los efectos de todo este complejo sobre los productos y los beneficiarios directos e indirectos.

El comprender la importancia de las relaciones es difícil por cuanto en el país se tiene muy arraigada una cultura de individualismo y competencia. Especialmente a nivel institucional el crecimiento interno y la ganancia en notoriedad aparecen como privativas. Desde luego en esta materia no existen mecanismos probados, ni pueden ser aplicadas recetas universales. El éxito de las relaciones se basará en una clara comprensión de realidades y objetivos, así como de una fuerte dosis de buena voluntad y la convicción de que lo dinámico de estos procesos impone la necesidad de experimentar, de hurgar en la esencia de los actores y sus motivaciones, y buscar sobre todo un cambio de actitud en ellos.

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