ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 44, Nº 06, Año 2023
VANEGAS J.G. et al. «Determinantes de la competitividad exportadora de los productores de café en el
estado de Puebla, México»
4. Conclusiones
Desde hace más de tres décadas el sector cafetalero mexicano ha sido un sector con un alto grado de
inestabilidad, por un lado, un alto índice de volatilidad en los precios debido a la finalización del Convenio
Internacional del Café (CIC) de 1983; por otro lado, los efectos asociados al cambio climático, así como a una
serie de afectación por enfermedades en los cafetos de los principales estados productores. En el estado de
Puebla como en el resto del país, las comunidades donde históricamente se han dedicado al cultivo de café han
sido caracterizadas como comunidades con altos índices de pobreza y marginación.
Este tipo de problemáticas ha ocasionado que surja una serie de estudios que buscan encontrar la manera de
subsanar todas las problemáticas que caracterizan el sector cafetalero; diversos modelos han intentado explicar
en este entorno la competitividad desde diversos enfoques analizando una diversa serie de variables como un
eje fundamental que ayude a mejorar e incrementar la producción de bienes y servicios y por consiguiente los
ingresos de las familias y ocasionando que haya una mejora en la calidad de vida. Una de estas variables que ha
sido estudiada es la innovación; en esta investigación, a pesar de toda la literatura que indica que es un factor
que coadyuva a la mejora tanto de la productividad como de la competitividad, no pareció tener peso explicativo
en la ecuación regresora del modelo, esto más que indicar un bajo nivel de aporte, tiene una relación más cercana
con la baja inversión que hay en el sector.
Otra de las variables que tienen una relación directa con la problemática antes descrita es la dificultad para
acceder a servicios financieros, esto se puede deber a que las puntuaciones dadas a los indicadores escogidos
para representar los efectos de esta variable en el cuestionario tuvieron los valores más bajos de la escala, por
lo tanto, también muestra una problemática más compleja y sistémica que, de hecho, las Naciones Unidas ya
describían desde hace algunos años, y señalaban que los sectores más vulnerables son aquellos que se
encuentran en el umbral de pobreza, las mujeres, los jóvenes, la población rural y las personas que trabajan en
la economía informal se ven particularmente afectados, concluyendo que la inclusión financiera puede ser un
factor de desarrollo rural y de estabilidad económica en los sectores más desfavorecidos y marginados.
Algunas de las variables con más peso explicativo que resultó del análisis de los coeficientes ß fueron, como era
de esperarse debido a la retroalimentación de la prueba piloto, el tipo de cambio y el precio que reflejan la
necesidad de tener mejores ingresos y esto es expresado en la búsqueda de mejores precios de venta de los que
se pueden obtener en el mercado nacional, lo anterior aunado a que México no tiene el índice de desarrollo de
la actividad que tienen en otros países productores como Brasil donde mediante políticas públicas ha logrado
que cada año se incrementa el consumo interno y paulatinamente se modela que en el largo plazo podrían
controlar más sus precios de venta basados en el consumo interno. El incremento del consumo interno es un
tema que al momento de esta investigación no se discute en prácticamente ningún foro especializado en el café
en México debido al peso que tiene el intercambio económico, y a los altos índices de pobreza y marginación con
los que está caracterizado el sector cafetalero mexicano, dejando nuevamente un rezago en un sistema de
producción que no se ha podido recuperar de la crisis de la roya al inicio de la década de los 2010, a diferencia
de varios de los demás países productores de la región.
Otro de los grandes problemas que ha ido acarreando la producción de café practicante desde sus inicios en el
país es la forma de venta del mismo café; la figura 6 ilustró este problema, dado que pesar de que como se pudo
analizar en las betas, el tipo de cambio y el financiamiento son un factor decisivo en la decisión de exportar; sin
embargo, mayormente se continua vendiendo el café en su forma de menos valor, es decir, se comercializa
como materia prima y son países importadores como EE. UU. o Italia los que terminan dándole el valor añadido
al transformarlo en un producto de consumo final y a su vez obteniendo mayores beneficios que los
países productores como México.