Suzana Borschiver, José Vitor Bomtempo Martins y Adelaide de Souza Antunes
El objetivo de esta sección es presentar elementos que permitan comprender la dinámica de la competencia en el segmento de aditivos para alimentos así como sus relaciones downstream con la industria de alimentos.
Se parte de una base técnica en la que los productos químicos son vistos de acuerdo con la naturaleza de las especificaciones de los compradores. En este caso se distinguen las especialidades y los productos de la química fina. La importancia de esta distinción se debe al hecho de que ella permite establecer una relación clara entre la naturaleza de los productos y las competencias exigidas a las empresas productoras.
Básicamente, existen dos tipos de productos químicos desde el punto de vista de la especificación de los compradores: los comercializados por la composición química y los comercializados por su desempeño.
Los productos comercializados por la composición química son especificados por la identidad molecular, sin diferenciación. El usuario deberá preocuparse con la definición del producto, si este tendrá un grado de pureza o granulometria determinado, esto es, con las especificaciones. Los productos comercializados por el desempeño presentan un potencial de diferenciación natural, existiendo una preocupación para el usuario con la función y el desempeño del producto.
Con respecto a la composición química y al desempeño, los aditivos para alimentos se encuadran en dos categorías: los provenientes de la Química Fina (Teixeira,1996), esto es, los especificados por la composición química y producidos en baja escala (con relación a los commodities) y las Especialidades, cuya especificación se da básicamente por el desempeño, también son producidas en baja escala, desarrolladas para resolver un determinado problema del cliente, la mayoría de las veces sobre la forma tailor-made (Boer,1989).
Estos productos pueden ser vistos, de acuerdo con la definición de la Abifina, como moléculas puras (comercializadas según sus especificaciones), que serán utilizadas en una etapa de industrialización ulterior, ya sea como materias primas de una nueva reacción química (intermediarios de síntesis), o como constituyentes de una mezcla (intermediarios de uso).
Son productos no diferenciados de bajo volumen de producción. El número de productores para la química fina es menor que el de los commodities, debido a una demanda menor. Entre tanto, los productos de la química fina son esencialmente idénticos a pesar de ser oriundos de diversos productores, y están definidos a través de ciertos formatos, como en el caso de la legislación de aditivos para alimentos basada en el Food Chemical Codex.
Las empresas subsidiarias de las transnacionales que actúan en el país, reciben de sus matrices los conocimientos tecnológicos necesarios para el desarrollo de sus actividades de producción y ventas, realizando programas de adaptación para las necesidades del Brasil.
Las empresas nacionales emplean tecnologías de origen externa, transferidas por firmas o técnicos extranjeros (especialistas en determinados procesos productivos). En general, tales empresas desarrollan localmente una tecnología de adaptación y una mejora de los conocimientos transferidos, tratando de actuar en segmentos de mercados compatibles con su potencial económico y capacidad tecnológica.
La competencia en el sector de la química fina está marcada por las especificaciones y los precios. Establecidas las especificaciones cuali-cuantitativas exigidas por un determinado comprador, la selección del abastecedor será realizada con base en los costos, esto es, el consumidor se inclinará a seleccionar el abastecedor que presente el menor costo, puesto que productos de abastecedores diferentes pero con la misma especificación son considerados como los mismos productos, independiente del origen.
Los productores de aditivos para alimentos enmarcados en la definición de química fina son generalmente empresas químicas tradicionales, multinacionales, que pueden ser diversificadas o no.
Se observa una gran tendencia de parte de algunos productores de agregar un valor a sus productos a través de la creación de marcas y especificaciones en lo que se refiere al uso. La concientización del valor agregado parece ser irreversible en un mercado competitivo y globalizado.
Otro aspecto relevante es la posibilidad de surgimiento de productos substitutos, siendo que cuanto más atractiva es la alternativa de precio ofrecida por los productos substitutos, más fuerte será la competencia entre un producto y su substituto. Por ejemplo, en el caso de los aditivos aplicados a aromas, el número de ésteres (moléculas químicas) hasta unos cinco años atrás, era reducido, comparado con la cantidad existente actualmente.
La amenaza de substitución también sucede en la competencia de productos diferentes por un mismo mercado. Ejemplo: ciclamato frente a aspartame para los edulcorantes , ácido láctico frente a ácido fumárico para los acidulantes.
Al contrastarlos con los productos de la química fina, las Especialidades son productos cuyo valor está relacionado intrínsecamente con la función que desempeñan, o al servicio que pueden prestar. La mayoría de las especialidades son mezclas/formulaciones de varias moléculas químicas que, no en su totalidad, ejecutan una función. Este tipo de trabajo necesita de la llamada investigación de aplicaciones, el productor de una especialidad no puede restringir su conocimiento tecnológico únicamente al proceso de obtención del producto; el conocimiento de la tecnología de sus aplicaciones tendrá una mayor importancia, así el capital direccionado para esa actividad deberá ser significativo.
Los productores de aditivos/especialidades necesitan de una rápida capacidad de respuesta en la búsqueda de soluciones adecuadas para los problemas enfrentados por su clientela, la cual puede ser obtenida a través de una infraestructura de aplicaciones de productos, en vez de disponer de una capacitación de recursos humanos con gran bagaje científico para la realización de grandes proyectos de I&D, necesarios para los aditivos de la química fina.
La unidad de producción es poco optimizada, privilegiándose la flexibilidad operacional. Lo importante es la posibilidad de obtener con el conjunto de equipos disponibles en la planta de producción los más diversos tipos de productos, siendo que esta última debe estar apta para realizar diferentes operaciones unitarias. Así, no sería incorrecto decir que estas unidades se asemejan más a los laboratorios que a las fábricas en escala industrial, lo que implica que la sección de análisis y control de calidad debe ser muy compleja y debe disponer de instrumentos con alta sofisticación.
La principal característica competitiva presente en esta clase reside en la capacidad de la empresa para establecer una relación colaboradora con la clientela, implicando un sector marcado fuertemente por estrategias de diferenciación de producto. Este mayor diálogo entre el productor de especialidades y el consumidor, que en este caso representan a los formuladores y a la industria de alimentos respectivamente, puede ser entendido como una revolución en el modus-operandi de la industria química. En este proceso, la prestación de servicios está ganando importancia en la generación del valor agregado del sector, abriendo espacio para una amplia gama de innovaciones que se originan justamente en la profundización de la interacción entre productores y clientes.
El cliente debe ser convencido de que el producto es mejor, no porque él es más puro o porque atienda adecuadamente a las especificaciones, sino porque él es más eficiente en el desempeño de la función para la cual está siendo adquirido. La empresa realiza normalmente un esfuerzo en la investigación de formulaciones/aplicaciones in-house, esto es, busca el desarrollo de nuevas tecnologías para las aplicaciones ya existentes.
La marca es una expresión comercial de competencia, hecho que demanda un gran esfuerzo en el marketing como una actividad obligatoria de quién pretende ser competitivo en ese ramo.
En el ámbito de este estudio, se pueden citar como ejemplo de especialidades a los mix/sistemas utilizados por la industria alimenticia. Estos en realidad, son una mezcla de aditivos e ingredientes que desempeñarán ciertas funciones específicas en el alimento.
El cuadro a continuación sintetiza el análisis desarrollado:
Cuadro 1
Caracterización Técnico-económica y la Competencia en la industria de aditivos para alimentos
CONCEPTO
QUÍMICA FINA
ESPECIALIDADES
Especificación del comprador
por composición química
por desempeño
Clientes o compradores
formuladoras, industria química
industria de alimentos
Nivel de diferenciación del producto
bajo
alto
Diversidad de la aplicación
varias aplicaciones finales
pocas o una aplicación
Capacitación tecnológica de los productores
direccionada para el de aditivos proceso productivo
direccionada para la tecnología de aplicación
Competencia central
química
aplicación en alimentos
Innovación
en la molécula
fuertemente interactiva (relaciones complejas cliente-abastecedor)
Recursos humanos
Química e Ingeniería Química
Ing. Química e Ing. de alimentos
Escala de Planta
baja
baja
Factores de competencia
especificaciones y precio
desempeño, diferenciación y asistencia técnica